QUIZÁ ESTE MOMENTO...

QUIZÁ ESTE MOMENTO...
La vida es un discurrir de momentos. Suelen sucederse sin que apenas reparemos en lo que nos están ofreciendo. Y, sin embargo, en algunas ocasiones, alguno de ellos, se hace presente y nos hace ser conscientes de nuestra propia existencia...

miércoles, 27 de noviembre de 2013

LA BUENA MUERTE


Hace pocos días tuve la oportunidad de compartir una agradable y risueña cena donde Luis Montes era el invitado especial. Le habíamos pedido desde "Diálogos del Ateneo" que viniese a dar una pequeña conferencia sobre los "Derechos al final de la vida"; petición a la que este hombre de voz apagada y mirada triste accedió sin reparo y con la que consiguió removerme por dentro y darme mucho que pensar. 
¿Por qué la muerte será aún ese tema tabú que evitamos afrontar desde el optimismo de la vida? ¿Por qué la revestimos de tragedia? ¿Por qué nos cuesta tanto vivenciarla como parte de un proceso? Nos hemos aferrado a la vida hasta extremos que rayan  lo antinatural. No se trata solo de respirar, de mantener unas constantes vitales, de abrir los ojos y comprobar día tras día el estado del techo bajo el que estamos...
Cuando era muy joven vi una película que me impactó hasta el punto  que a día de hoy conservo imágenes fielmente grabadas en mi mente: "Danzad, danzad malditos" de Sydney Pollack. La protagonizaba Jane Fonda y se desarrollaba en los años de la gran depresión americana, en una pista de maratón de baile "donde se lucha por sobrevivir en un mundo que les utiliza como un espectáculo de la miseria". No viene al caso contar todo el argumento de la película, pero sí señalar que el sufrimiento psíquico, emocional, existencial de la protagonista era tal, que pide a su compañero de baile que le quite la vida. Y él lo hace. Y lo hace apoyado en una escena que se va repitiendo a lo largo del film sin que parezca que tenga mucha conexión con lo que se va desarrollando en el argumento... la escena de un caballo herido inmerso en un profundo sufrimiento al que la piedad de un hombre le lleva a darle un tiro de gracia. 
Es una situación extrema y ciertamente más cercana a lo que puede ser un suicidio encubierto, pero que nos habla de una forma indirecta de que hay otras situaciones: aquellas en las que cuando por expreso deseo de la persona se dice que no a los cuidados que van a mantener la vida (esa que ya no es realmente vida), y que deberían hacernos analizar y reflexionar sobre nuestros conceptos de dignidad, de dolor, de amor, de respeto, de pecado, de piedad, de compasión. Tenemos que revisar muy seriamente lo que es para nosotros eso que llamamos Vida, y lo que el mantenimiento contra natura de su permanencia supone para los demás, para aquellos que decimos amar.


miércoles, 20 de noviembre de 2013

DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DE LA INFANCIA



01.- Derecho a la igualdad, sin distinción de raza, religión o nacionalidad.
02.- Derecho a una protección especial para que puedan crecer física, mental y          socialmente sanos y libres.
03.- Derecho a tener un nombre y una nacionalidad.
04.- Derecho a una alimentación, vivienda y atención médica adecuadas.
05.- Derecho a educación y atenciones especiales para los niños física o                         mentalmente disminuidos.
06.- Derecho a comprensión y amor por parte de las familias y de la sociedad.
07.- Derecho a una educación gratuita. Derecho a divertirse y jugar.
08.- Derecho a atención y ayuda preferentes en caso de peligro.
09.- Derecho a ser protegido contra el abandono y la explotación en el trabajo.
10.- Derecho a recibir una educación que fomente la solidaridad, la amistad y        la justicia entre todo el mundo.
          


lunes, 18 de noviembre de 2013

DORIS LESSING


"Sin embargo, no es sólo el terror general lo que hiela a las gentes, sino el
miedo de ser conscientes. O, mejor dicho: más que eso. La gente sabe que vive en una sociedad muerta o moribunda. Los individuos rechazan las emociones porque saben que al cabo de cada emoción están la propiedad, el dinero o la fuerza. Trabajan, desprecian su trabajo, y por esto se congelan. Aman, pero saben que se trata de un amor a medias o de un amor retorcido, y por esto sienten frío en el corazón.
Para conservar vivos el amor, los sentimientos y la ternura, tal vez sea
necesario sentir todas estas emociones ambiguamente, incluso por lo que tienen de falso, o porque todavía son una idea, una sombra tan sólo de lo que quiere la imaginación... Si lo que experimentamos es sufrimiento, tenemos que sentirlo, por tanto, reconociendo que la alternativa es la muerte. Es preferible cualquier cosa antes que el rechazo astuto y calculado que no quiere comprometerse, el rechazo a la entrega por miedo a las consecuencias..."

EL CUADERNO DORADO 


domingo, 17 de noviembre de 2013

LO QUE QUIERO AHORA (Ángeles Caso)

Este artículo de Ángeles Caso fue publicado en el Magazine de La Vanguardia el 19 de Enero de 2012, y ha valido a la periodista gijonesa lograr, por unanimidad del jurado, el premio "Julio Camba" que se destina a textos periodísticos en castellano. Creo que merece la pena traerlo aquí y releerlo...
 
"Será porque tres de mis más queridos amigos se han enfrentado inesperadamente estas Navidades a enfermedades gravísimas. O porque, por suerte para mí, mi compañero es un hombre que no posee nada material pero tiene el corazón y la cabeza más sanos que he conocido y cada día aprendo de él algo valioso. O tal vez porque, a estas alturas de mi existencia, he vivido ya las suficientes horas buenas y horas malas como para empezar a colocar las cosas en su sitio. Será, quizá, porque algún bendito ángel de la sabiduría ha pasado por aquí cerca y ha dejado llegar una bocanada de su aliento hasta mí. El caso es que tengo la sensación –al menos la sensación– de que empiezo a entender un poco de qué va esto llamado vida.Casi nada de lo que creemos que es importante me lo parece. Ni el éxito, ni el poder, ni el dinero, más allá de lo imprescindible para vivir con dignidad. Paso de las coronas de laureles y de los halagos sucios. Igual que paso del fango de la envidia, de la maledicencia y el juicio ajeno. Aparto a los quejumbrosos y malhumorados, a los egoístas y ambiciosos que aspiran a reposar en tumbas llenas de honores y cuentas bancarias, sobre las que nadie derramará una sola lágrima en la que quepa una partícula minúscula de pena verdadera. Detesto los coches de lujo que ensucian el mundo, los abrigos de pieles arrancadas de un cuerpo tibio y palpitante, las joyas fabricadas sobre las penalidades de hombres esclavos que padecen en las minas de esmeraldas y de oro a cambio de un pedazo de pan.Rechazo el cinismo de una sociedad que sólo piensa en su propio bienestar y se desentiende del malestar de los otros, a base del cual construye su derroche. Y a los malditos indiferentes que nunca se meten en líos. Señalo con el dedo a los hipócritas que depositan una moneda en las huchas de las misiones pero no comparten la mesa con un inmigrante. A los que te aplauden cuando eres reina y te abandonan cuando te salen pústulas. A los que creen que sólo es importante tener y exhibir en lugar de sentir, pensar y ser.Y ahora, ahora, en este momento de mi vida, no quiero casi nada. Tan sólo la ternura de mi amor y la gloriosa compañía de mis amigos. Unas cuantas carcajadas y unas palabras de cariño antes de irme a la cama. El recuerdo dulce de mis muertos. Un par de árboles al otro lado de los cristales y un pedazo de cielo al que se asomen la luz y la noche. El mejor verso del mundo y la más hermosa de las músicas. Por lo demás, podría comer patatas cocidas y dormir en el suelo mientras mi conciencia esté tranquila.También quiero, eso sí, mantener la libertad y el espíritu crítico por los que pago con gusto todo el precio que haya que pagar. Quiero toda la serenidad para sobrellevar el dolor y toda la alegría para disfrutar de lo bueno. Un instante de belleza a diario. Echar desesperadamente de menos a los que tengan que irse porque tuve la suerte de haberlos tenido a mi lado. No estar jamás de vuelta de nada. Seguir llorando cada vez que algo lo merezca, pero no quejarme de ninguna tontería. No convertirme nunca, nunca, en una mujer amargada, pase lo que pase. Y que el día en que me toque esfumarme, un puñadito de personas piensen que valió la pena que yo anduviera un rato por aquí. Sólo quiero eso. Casi nada. O todo."

domingo, 10 de noviembre de 2013

MON AMOUR



PASEO NOCTURNO



La noche y el aire han hecho migas, han confabulado silenciosamente para que la oscuridad y su olor hicieran desaparecer la pereza de mis horas cansadas. He salido a caminar cuando apenas hay nadie por la calle, cuando los gatos hacen sus rondas y nos  preguntamos qué ha sido del bullicio del día, del ajetreo de la actividad incesante.
Ni siquiera mi mente ha osado alterar el equilibrio. Me he abandonado tan solo al hecho mecánico de ir colocando un pie tras otro mientras mis ojos miraban la nada y mi pelo se movía alborotado por el aire en la noche.
Tan solo al final del paseo un pensamiento fugaz, prosaico, mediocre, práctico y simple se ha abierto paso: "Mañana madrugo"...Y volví sobre mis pasos acompañada por las tenues sombras de la luna. 



lunes, 4 de noviembre de 2013

ALICE MUNRO

PREMIO NOBEL DE LITERATURA 2013

"Me educaron para creer que lo peor que podía hacer era llamar la atención sobre mí, o pensar que era inteligente o brillante..."

"La vida de la gente es suficientemente interesante si tú consigues captarla tal cual es, monótona, sencilla, increíble, insondable."


sábado, 2 de noviembre de 2013

ESTO ES AMOR (Lope de Vega)



Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.


viernes, 1 de noviembre de 2013

LOU REED, SIEMPRE




LA SILLA DE CALVINO


La Catedral de Ginebra conserva casi escondida entre sus columnas la silla de Calvino, quizá el más grande teólogo protestante. Es una silla pequeña, casi frágil, de hermosa madera cubierta por el brillo de los siglos. 
No cuesta imaginárselo allí sentado, sumido en sus reflexiones, armándose de la lógica para persuadir a sus interlocutores, irradiando autoridad, poniendo al descubierto toda su formación heredada del estudio del Derecho y las Humanidades, concentrado en su preocupación por renovar la relación entre Dios y los hombres, cambiando las ideas, las palabras... Se dice de él que era de estatura mediana, mirada penetrante, frente despejada, hombros cargados, y que su pelo tenía el color de las castañas. Que era alegre dentro de los muros de su casa, que tenía costumbres sencillas y que era tratado con respeto por sus amigos. Que no conocía el descanso, que nunca se sometió a ningún voto religioso, que no le preocupaban las riquezas y que enseguida se adivinaba su fuerte carácter.
Me paré a mirar largo tiempo la silla mientras pensaba que todos nuestros actos tienen consecuencias, y que a pesar del tiempo que ha pasado, algo ha quedado de este hombre en el espíritu de los suizos: esa tendencia a la rectitud, al gusto por la vida activa y por la aplicación al trabajo en beneficio de la utilidad pública.  Y pensaba también que justo en Suiza, donde la ética de la Reforma tuvo tanta influencia y donde se forjó la lucha antipapista, las Catedrales se abren hoy día tanto al culto católico como protestante. Maneras diferentes de entender la relación con Dios y con los hombres, antaño enemistadas, profundamente separadas, comparten hoy las hermosas estructuras de piedra de sus Iglesias para celebrar sus vivencias de la Fe.