Supongo que se nota que somos mujeres de una cierta edad, esa edad en la que ya no te convence cualquier cosa y nos gusta sacar punta a lo que sobre nosotras se transmite. Supongo que esto pesó a la hora de comentar este libro en nuestra tertulia literaria. Y no es que la postura unánime haya sido una devastadora crítica negativa, mentiría si así lo hiciese constar, pero sí nos hizo escudriñar atentamente el mensaje de su contenido... y no siempre el resultado fue favorable. A algunas de nosotras les gustó esa especie de mundo idealizado, utópico, que quiere resultar entrañable y atractivo, y donde las relaciones humanas parecen tan trascendentes. Pero para otras (entre las que me incluyo) el libro es merecedor de ciertas observaciones...
Pese a que su lectura es fácil y ágil, no tiene una buena narrativa, carece de poética y de fuerza, sus personajes están poco creados, poco perfilados en sus matices, en sus emociones, en sus más íntimos pensamientos; la idea de autoayuda dista mucho de llegar a la altura de Coelho y se queda en una floja pretensión donde la filosofía de vida se mete en la trama a puñetazos sin conseguir dar demasiada profundidad al mensaje.
Pero ¿qué mensaje?
¿La huida a un pueblo que acoge a personas que huyen de cosas? ¿Un mundo light donde parece que nunca pasa nada malo? ¿La añoranza de la "buena educación" y de la religiosidad? ¿Dónde se quedan los logros conseguidos por las mujeres a base de lucha y sufrimiento? ¿Un cierto retroceso mental que parece indicarnos que una persona no está completa si está sola? ¿Ciertos dejes de sociedad machista? ¿Qué se entiende por adaptación al otro?
Sin embargo, no todo ha sido negativo... La constante alusión a la importancia de la formación, de la cultura, el rescate de los clásicos como fuente de sabiduría, el sentido de pertenencia contrapuesto a la soledad social individualizada, el cuestionamiento sobre la educación y conocimientos que transmitimos a nuestros niños, el aprender a cerrar puertas para abrir otras, el tomarse tiempo para el propio conocimiento,... son pequeñas perlas que se desprenden y que también quisimos valorar en su justa medida.
Al final de nuestra tarde de intercambio de pareceres y charlas íntimas donde íbamos dejando pequeños retazos de nuestras propias vivencias, el libro pasó a otro plano dejando el camino abierto a nuestras inquietudes de mujeres que saben bien que por muchas posibilidades que tengamos de escoger no siempre vamos a acertar, y que es maravilloso y liberador saber que no hay que ser perfectos. Ni muchísimo menos.
Muy buen resumen Charo.
ResponderEliminarY lo bien que nos lo pasamos en estas reuniones......?
Un beso
Luisa
Gracias Luisa. La verdad es que sabemos disfrutarlas... y disfrutarnos unas a otras.
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