QUIZÁ ESTE MOMENTO...
QUIZÁ ESTE MOMENTO...
La vida es un discurrir de momentos. Suelen sucederse sin que apenas reparemos en lo que nos están ofreciendo. Y, sin embargo, en algunas ocasiones, alguno de ellos, se hace presente y nos hace ser conscientes de nuestra propia existencia...
La vida es un discurrir de momentos. Suelen sucederse sin que apenas reparemos en lo que nos están ofreciendo. Y, sin embargo, en algunas ocasiones, alguno de ellos, se hace presente y nos hace ser conscientes de nuestra propia existencia...
martes, 2 de diciembre de 2014
REENCUENTRO
En ocasiones la vida te regala episodios ingratos que te alejan de aquello que forma parte de tu propia esencia, que te dejan en el abismo de la pérdida, y que consiguen que por un tiempo dejes de creer en ti misma.
Se instala entonces en el alma una especie de soledad estéril que intentas comprender para seguir adelante, para no zozobrar, para no dejarte engañar por esas circunstancias hostiles: se crea la necesidad del reencuentro, de la reconciliación con una misma, de la aceptación.
Y lleva tiempo... Pero se consigue.
Se logra casi sin darnos cuenta, percibiendo pequeños detalles, sorprendiéndonos con una risa franca que sale de las entrañas, percibiendo como un privilegio esos momentos de soledad que antes nos acongojaban, sonriendo a la vida porque sí... Se logra cuando un día cualquiera, paseando por la playa al anochecer, descubres que tienes ganas de llegar a casa y sentarte delante del ordenador y escribir, escribir, escribir...
Escribir que la playa estaba casi desierta, que soplaba el aire, que no hacía frío, que el cielo se estaba tiñendo de añil, que la iglesia al final del paseo era un foco de oro en la caída de la tarde, que olía a mar, que las olas susurraban lentamente algo... "¡Charo, bienvenida, que hermoso es el reencuentro!"
Sí, es hermoso.
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