Stephen "Bantu" Biko, activista sudafricano torturado y asesinado por las fuerzas de seguridad del poder blanco en Sudafrica, dijo muy acertadamente que "la mayor arma de los opresores es el cerebro de los oprimidos". Y así es ahora mismo en esta España en crisis que nos toca vivir. Amarga situación regada de "soluciones" económicas que están perjudicando a millones de personas que las aceptamos resignadamente.
Y todo ello sin olvidarnos del elevado nivel de fraude fiscal.
Nos dicen constantemente que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, que hemos sido malos administradores de nuestras casas, que hemos gastado lo que no teníamos... Lo que no dicen es todo lo que han procurado que se dieran las circunstancias para que así fuera, todo lo que nos han "vendido", todas las "facilidades" que nos han otorgado, todo el engaño a que nos sometieron para seguir prosperando los que siempre engordan sus bolsillos a costa de los demás.
Y sí, ha llegado la hora de saldar cuentas. Pero, ¿de qué modo?. Nos dicen que cada uno de nosotros debe poner nuestro granito de arena para que siga avanzando este carro en el que estamos todos. La pena es que a los españolitos de a pié (los desempleados, los que viven con lo justo, los pensionistas, los enfermos...) nos toca tirar del carro arrimando el hombro, mientras que "ellos" nos van animando subidos cómodamente en él.
La Historia nos dice que las crisis son cíclicas, que la lluvia cae torrencialmente pero que luego escampa, que de las situaciones difíciles acabamos saliendo, y que, para que ello ocurra, el diálogo será fundamental y la voluntad de buscar soluciones a través de reformas estructurales necesaria. Pero... ¿no se debería empezar por que se bajen del carro para tirar conjuntamente con los demás?
Que no nos opriman con el miedo, con la incertidumbre, con más mentiras... Que no manipulen nuestro pensamiento. Que dejen de morder las manos de todos, porque al fin y al cabo, son nuestras manos las que les están dando de comer.
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