–¿Alborotas y te enojas al discutir? Luego no tienes razón.
–Es que hablo con imbéciles.
–Pues entonces el imbécil eres tú al intentar persuadirles a gritos. El buen argumento, como el proyectil de las armas modernas, debe salir de la mente sin humo, sin fuego y con el menor ruido posible.
–Es que hablo con imbéciles.
–Pues entonces el imbécil eres tú al intentar persuadirles a gritos. El buen argumento, como el proyectil de las armas modernas, debe salir de la mente sin humo, sin fuego y con el menor ruido posible.
Ramón y Cajal (Charlas de café).
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