"Sin embargo, no es sólo el terror general lo que hiela a las gentes, sino el
miedo de ser conscientes. O, mejor dicho: más que eso. La gente sabe que vive en una sociedad muerta o moribunda. Los individuos rechazan las emociones porque saben que al cabo de cada emoción están la propiedad, el dinero o la fuerza. Trabajan, desprecian su trabajo, y por esto se congelan. Aman, pero saben que se trata de un amor a medias o de un amor retorcido, y por esto sienten frío en el corazón.
Para conservar vivos el amor, los sentimientos y la ternura, tal vez sea
necesario sentir todas estas emociones ambiguamente, incluso por lo que tienen de falso, o porque todavía son una idea, una sombra tan sólo de lo que quiere la imaginación... Si lo que experimentamos es sufrimiento, tenemos que sentirlo, por tanto, reconociendo que la alternativa es la muerte. Es preferible cualquier cosa antes que el rechazo astuto y calculado que no quiere comprometerse, el rechazo a la entrega por miedo a las consecuencias..."
EL CUADERNO DORADO
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