Ni siquiera mi mente ha osado alterar el equilibrio. Me he abandonado tan solo al hecho mecánico de ir colocando un pie tras otro mientras mis ojos miraban la nada y mi pelo se movía alborotado por el aire en la noche.
Tan solo al final del paseo un pensamiento fugaz, prosaico, mediocre, práctico y simple se ha abierto paso: "Mañana madrugo"...Y volví sobre mis pasos acompañada por las tenues sombras de la luna.
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