"... me preguntaba qué pasaría si yo también cediera a la eterna tentación de escapar de puntillas, sin grandes gestos, sin hacer ruido, quedarme en la cama, simplemente, una mañana, en vez de levantarme para ir a trabajar, y después decidir que aquel día no iba a hacer la comida, y marcharme al cine yo sola, por la tarde, y dormir otra vez, dormir mucho tiempo."
"En algún momento, entre mi hijo y mi hija, después de cumplir los treinta, me acordé de Mi Vida, aquella caja tan grande, envuelta en un papel rojo y asegurada con tantos lazos, y me pregunté de qué había resultado estar rellena. Desde entonces, lo único que me compensa por las pocas cosas que hay dentro es la certeza del amor que siento por esas pocas cosas, una docena de luces de colores: dos niños, un par de libros...,ciertos amigos, ciertas amigas, la memoria de un amante,... algunos sabores, algunos olores, algunas noches memorables, algunas risas que aún no se han apagado del todo..."
"... Sonrío muy a menudo, como con apetito, disfruto de las copas y de la conversación, nunca he tenido una depresión, me gusta hablar por teléfono y tengo un orgasmo cada vez que me lo propongo, y eso significa la abrumadora mayoría de las veces. En general, no me molesta trabajar y ocuparme al mismo tiempo de los niños, y cuando llego a casa rendida y decido que no tengo ganas de cenar y me meto en la cama, me estremece un placer difícil de describir, la conciencia de una tarde invertida en hacer cosas de verdad, la deliciosa productividad del cansancio..., el único que ahuyenta al insomnio y, con él, a todas esas preguntas intolerablemente cursis acerca del futuro, al destino al que se encamina mi vida y todo lo demás. Cada vez que escucho a una madre de familia decir que necesita más tiempo para ella, se me ponen los pelos de punta... Quizás, lo único que ocurre es que mi insatisfacción contradice el modelo de insatisfacción consagrado por las estadísticas para mujer española emancipada de clase media urbana universitaria de mi edad. Eso espero, porque siempre he detestado a las mujeres insatisfechas."
De "Atlas de geografía humana" de Almudena Grandes.
Porque hoy, así a lo tonto, me he dado cuenta, una vez más, de que las mujeres que me rodean, y yo misma, a pesar de todas las dificultades, de todos los impedimentos, de todas las pérdidas, de todas las indecisiones, de todos los miedos, de todos los tropiezos, seguimos siendo capaces de reírnos juntas y de que las risas broten de la espontaneidad, de la alegría, de la valentía, de la serenidad...
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