Me ha parecido un detalle maravilloso, que me ha sorprendido por lo inesperado, y que me ha dejado en el alma ese sabor a solsticio de invierno lleno de imágenes mágicas, de círculos sagrados, de toque de cuernos, de buenos augurios, de deseos de paz.
Ojalá pudiera yo regalar a todos un poco de muérdago para bendecir los hogares... Pero, a falta de ello, considerad como vuestro éste que os dejo en la imagen para que la prosperidad y la felicidad os sean dadas.
Yo ya te he cogido una ramita.
ResponderEliminarLa pondré en mi puerta.
Luisa