QUIZÁ ESTE MOMENTO...

QUIZÁ ESTE MOMENTO...
La vida es un discurrir de momentos. Suelen sucederse sin que apenas reparemos en lo que nos están ofreciendo. Y, sin embargo, en algunas ocasiones, alguno de ellos, se hace presente y nos hace ser conscientes de nuestra propia existencia...

viernes, 30 de septiembre de 2011

EL QUIJOTE



-«...Y dime, Sancho amigo: ¿qué es lo que dicen de mí por ese lugar? ¿En qué opinión me tiene el vulgo, en qué los hidalgos y en qué los caballeros? ¿Qué dicen de mi valentía, qué de mis hazañas y qué de mi cortesía? ¿Qué se platica del asunto que he tomado de resucitar y volver al mundo la ya olvidada orden caballeresca?».
-«El vulgo tiene a vuestra merced por grandísimo loco, y a mí por no menos mentecato. Los hidalgos dicen que no conteniéndose vuesa merced en los límites de la hidalguía, se ha puesto 'don' y se ha arremetido a caballero con cuatro cepas y dos yugadas de tierra, y con un trapo atrás y otros adelante. Dicen los caballeros que no querrían que los hidalgos se opusiesen a ellos, especialmente aquellos hidalgos escuderiles que dan humo a los zapatos y toman los puntos de las medias negras con seda verde».
-«Mira, Sancho -dijo Don Quijote-: dondequiera que está la virtud en eminente grado, es perseguida. Pocos o ninguno de los famosos varones que pasaron dejó de ser calumniado de la malicia... Yo sé quién soy y sé qué puedo ser».

 Capítulo XV- Vocación y destino final de Don Quijote
Miguel de Cervantes

jueves, 29 de septiembre de 2011

VIH-SIDA


Ayer escuché a primera hora de la mañana que un grupo de científicos españoles había encontrado una vacuna contra el VIH, que la habían probado ya en personas sanas con unos resultados espectaculares dónde se hablaba de un 90% de eficacia y que en breve iban a realizar los primeros ensayos con gente infectada por el virus.
"¡Por fin, por fin, por fin!" Era lo único que fui capaz de decir.
Han sido años conociendo gente con VIH. Gente de todas las edades, colores, razas, clases sociales, sexo. Muchos se han ido quedando por el camino. En su gran mayoría han tenido una mala vida, con enfermedades múltiples, hospitalizaciones frecuentes y muertes prolongadas dolorosamente en el tiempo.
La noticia es para hacer estallar fuegos artificiales de brillantes colores y sorprendentes formas. Es una puerta abierta a la vida, a la esperanza, al fin del estigma y del sufrimiento.
Y sin embargo, al mediodía, la ancha sonrisa que se me dibujó en la cara, se fue quedando un tanto empequeñecida, se me vino a menos... una leve sonrisa entre la alegría y la tristeza. Las noticias, que volvían a repetir el hallazgo, matizaban ahora la información añadiendo que de momento quedaría paralizada la difusión de dicha vacuna por falta de fondos económicos. La crisis, ya se sabe... Pero, ¿y lo que se está invirtiendo en la carrera armamentística? Ah, claro, es que eso es importante. ¡Por dios, no podemos compararlo con los drogadictos, los homosexuales, la gente corriente contaminada por imprudencias propias y ajenas, los africanos...! ¡Vaya tonta que soy! No acabo de enterarme del mundo en que vivo.



miércoles, 28 de septiembre de 2011

EL EXTRANJERO


-¿A quién quieres más, hombre enigmático, dime, a tu padre, a tu madre, a tu hermana o a tu hermano?
-Ni padre, ni madre, ni hermana, ni hermano tengo. 
-¿A tus amigos?
-Empleáis una palabra cuyo sentido, hasta hoy, no he llegado a conocer.
-¿A tu patria?
-Ignoro en qué latitud está situada.
-¿A la belleza?
-Bien la querría, ya que es diosa e inmortal.
-¿Al oro?
-Lo aborrezco lo mismo que aborrecéis vosotros a Dios.
-Pues ¿a quién quieres, extraordinario extranjero?
-Quiero a las nubes..., a las nubes que pasan... por allá.... ¡a las nubes maravillosas!

Charles Baudelaire

lunes, 26 de septiembre de 2011

DOMINGO ROJO

TARDE DULCE Y MUSICAL


Los domingos siempre me han parecido días sin vida. Especialmente aquellos fuera del verano, cuando las estaciones no nos invitan  al revuelo de las vacaciones. Sí, los domingos carecen del quehacer rutinario de los días laborables en que todo el mundo parece tener prisa y anda de un lado para otro ocupándose de su trabajo y de su vida doméstica. Tampoco tienen ese aire de sábado, propicio al disfrute, en que uno solo piensa en qué hacer cuando caiga la tarde y por dónde salir cuando llegue la noche.
Ahora que ya han pasado los días de sol y playa, ahora que se está acabando Septiembre y los árboles inician su insinuante destape despojándose poco a poco de sus hojas, el domingo (cualquier domingo) aparece ante mí como un tiempo de refugio y dedicación a mí misma. Suele ser raro que ocupe la tarde en cualquier actividad que suponga salir de casa. Y, así, me dejo reposar en el sofá viendo un poco la tele, leyendo innumerables horas, tomando un café o una infusión en los momentos que paro para descansar mis ojos, y saliendo, ya al atardecer, a dar un largo paseo con mi perro.

 El pasado domingo fue una escepción a esta regularidad. La invitación de una amiga a su casa me sacó de la mía para disfrutar, junto a otros amigos, de un encuentro dulce y musical. En el salón abuhardillado, inundado por la luminosidad que entraba a raudales por las ventanas del tejado, la anfitriona tocó al piano piezas de Chopin y Debussy creando un ambiente propio de una estancia con música de cámara. El sosiego se instaló en nuestros rostros, y hasta los niños, sentados sobre la alfombra, estuvieron atentos al deslizar de las manos sobre el teclado, espectantes en la emoción.
Cuando la música se hizo silencio, y los aplausos se fueron apagando, las sonrisas aparecieron en los rostros, se sirvió la mesa (tiramisú y flan de chocolate hechos especialmente para la ocasión), se destaparon las botellas de champán, y la charla se hizo amena: se habló de un viaje a Creta, se leyó poesia, se comentó el delicado momento de la economía en Grecia, de lo buenos que estaban los dulces, de las maravillas de la tecnología, del yoga y sus beneficios... Luego, ya caída la noche, fuimos marchándonos poco a poco. Cada uno a nuestra casa. Respirando el aire, aún cálido, en la quietud de la oscuridad. Y en la memoria la música maravillosa del piano y el sabor de la dulzura. 
- "Tenemos que repetirlo" 
- "Sí, tenemos que repetirlo, aunque sea para comentar un libro, o para ver una película, o para recitar poemas".
Lo haremos, sin duda alguna. Lo haremos.
De vez en cuando, los domingos van a dejar de parecerme domingos...




viernes, 23 de septiembre de 2011

AMIGAS


Me gustan los dibujos de Jordi Labanda. Este no tiene nada especial, los hay mejores, más gráficos, pero son cuatro mujeres que me han recordado al cuarteto que formo con mis amigas viajeras. Chicas, ¿a que no es difícil "reconocernos"?
Estoy segura de que la ocurrencia os ha puesto una pequeña sonrisa en los labios.



"Un verdadero amigo es alguien que te conoce tal como eres, comprende dónde has estado, te acompaña en tus logros y tus fracasos, celebra tus alegrías, comparte tu dolor y jamás te juzga por tus errores."

EL FAROL LEJANO


Pesa una brujería sobre el farol lejano,
que agachado en la sombra finge un coágulo rojo,
cuando entre la parálisis el silencio inhermano
pega contra la noche la audacia de su ojo...
 
Corre un gato barcino perfumado de azufre
hechizado la fresca covacha de un establo;
el farol se hace débil como un alma que sufre
y en su luz enfermada prende un pitillo el diablo.
 
Don Juan limpia el estoque; Quijano el iracundo
avanza, y en su lanza la pelota del mundo...
una taberna grita; pasa un borracho; un coche;
 
mientras el farol vibra, trágicamente serio,
como si fuera el ígneo corazón del Misterio
en la pechuga negra del ave de la Noche.
 

(Por puro azar encontré este poema. No sé de quien es, desconozco su autor, pero lo he ilustrado con una fotografía que hasta ahora constituía mi presentación en el blog. Se la hice a un farol en una calurosa noche romana compartiendo cena, conversación y buen ánimo con unas amigas que cada día lo son más.)

jueves, 22 de septiembre de 2011

¿CUESTIÓN DE SEXOS?


Tiene en el despacho una foto de su familia
ÉL Bien, se nota que es un padre responsable
ELLA  Hum... está claro que antepone la familia a su carrera profesional

Tiene la mesa desordenada
ÉL Es un hombre muy ocupado y trabajador
ELLA  Es una mujer estresada y desorganizada

Habla con sus compañeros
ÉL  Comenta las transacciones de la compañía
ELLA  Seguro que está chismorreando

No está en su lugar de trabajo
ÉL Estará en alguna reunión importante
ELLA  Muy probablemente habrá ido al baño

Ha salido de la oficina
ÉL  Estará visitando a algún cliente
ELLA  Se habrá marchado de compras

Está almorzando con el jefe
ÉL  Es un hombre que va para arriba
ELLA  Seguramente es que hay "algo" entre ellos

Viene muy elegante a trabajar
ÉL  Qué buen gusto tiene
ELLA  ¿Qué estará buscando?

Lleva una bolsa de deporte
ÉL  Aprovecha la hora del almuerzo para escaparse a hacer un poco de ejercicio
ELLA  Ha engordado y tiene mala conciencia.

Esto es así... Hay que tomárselo con buen humor. Pero, ¿por qué este doble rasero de medir?

miércoles, 21 de septiembre de 2011

MUJERES ESPERANDO


Hay una nobleza especial en la mirada de los que esperan... Nuestros rostros son distintos, pero hay una cierta expectación que nos asemeja más allá de los características morfológicas. Todos nos parecemos un poco a los demás cuando dejamos paso a las emociones básicas del ser humano. Y en esa gestualidad tan sutíl nos reconocemos y nos entendemos unos a otros...

sábado, 17 de septiembre de 2011

RELEYENDO...


"... me preguntaba qué pasaría si yo también cediera a la eterna tentación de escapar de puntillas, sin grandes gestos, sin hacer ruido, quedarme en la cama, simplemente, una mañana, en vez de levantarme para ir a trabajar, y después decidir que aquel día no iba a hacer la comida, y marcharme al cine yo sola, por la tarde, y dormir otra vez, dormir mucho tiempo."
"En algún momento, entre mi hijo y mi hija, después de cumplir los treinta, me acordé de Mi Vida, aquella caja tan grande, envuelta en un papel rojo y asegurada con tantos lazos, y me pregunté de qué había resultado estar rellena. Desde entonces, lo único que me compensa por las pocas cosas que hay dentro es la certeza del amor que siento por esas pocas cosas, una docena de luces de colores: dos niños, un par de libros...,ciertos amigos, ciertas amigas, la memoria de un amante,... algunos sabores, algunos olores, algunas noches memorables, algunas risas que aún no se han apagado del todo..."
"... Sonrío muy a menudo, como con apetito, disfruto de las copas y de la conversación, nunca he tenido una depresión, me gusta hablar por teléfono y tengo un orgasmo cada vez que me lo propongo, y eso significa la abrumadora mayoría de las veces. En general, no me molesta trabajar y ocuparme al mismo tiempo de los niños, y cuando llego a casa rendida y decido que no tengo ganas de cenar y me meto en la cama, me estremece un placer difícil de describir, la conciencia de una tarde invertida en hacer cosas de verdad, la deliciosa productividad del cansancio..., el único que ahuyenta al insomnio y, con él, a todas esas preguntas intolerablemente cursis acerca del futuro, al destino al que se encamina mi vida y todo lo demás. Cada vez que escucho a una madre de familia decir que necesita más tiempo para ella, se me ponen los pelos de punta... Quizás, lo único que ocurre es que mi insatisfacción contradice el modelo de insatisfacción consagrado por las estadísticas para mujer española emancipada de clase media urbana universitaria de mi edad. Eso espero, porque siempre he detestado a las mujeres insatisfechas."

De "Atlas de geografía humana" de Almudena Grandes.

Porque hoy, así a lo tonto, me he dado cuenta, una vez más, de que las mujeres que me rodean, y yo misma, a pesar de todas las dificultades, de todos los impedimentos, de todas las pérdidas, de todas las indecisiones, de todos los miedos, de todos los tropiezos, seguimos siendo capaces de reírnos juntas y de que las risas broten de la espontaneidad, de la alegría, de la valentía, de la serenidad...

domingo, 11 de septiembre de 2011

UN MUNDO PELIGROSO

Salí de trabajar a las 15:30 horas del 11 de Septiembre de 2001. Había sido una mañana tranquila de trabajo, y me disponía a marcharme a casa con la sensación placentera de que aún quedaba toda la tarde por delante para disfrutar. Subí al coche y puse la radio.
Al principio no me fijé bien en la información que estaban dando porque mi intención era escuchar música y no hacía otra cosa más que dar al botoncito para encontrar una emisora que me gustase. El "mosqueo" empezó cuando comprobé que en todas ellas lo único que se escuchaba eran noticias.  Dejé de dar al botón y me detuve en una preparándome para escuchar lo que fuera a la espera de que la música apareciera, con suerte, por alguna parte.
Me bastaron unos pocos instantes para subir el volumen de la radio y preguntarme " ¿qué narices está pasando?"... Un avión se había estrellado contra una de las Torres Gemelas de Nueva York sin que se supieran aún con claridad los motivos, cuando un segundo avión apareció en la escena para arremeter contra la segunda Torre. Las noticias se estaban dando con estupor; se notaba el desconcierto, la sensación de que algo "gordo" estaba pasando, la incredulidad, la perplejidad ante las dimensiones de la catástrofe...
No fui consciente del trayecto hasta mi casa. No vi la carretera. Conducía como una autómata con los gestos programados y con la mente en otra parte. Tenía ganas de llegar a casa, de encender la tele, de sentarme delante de la pantalla con mis hijas y de llegar a entender.
Fueron horas delante de las imágenes, pendientes de la información que nos iban dando, tratando de encontrar explicaciones, asombrándonos de lo peligroso que es vivir en este mundo, imaginando lo que aquella gente estaba viviendo, preguntándonos qué repercusiones políticas tendría todo aquello.
¡Qué poco vale la vida...! A las imagenes ya cotidianas de las guerras en otras partes del mundo, de las caras de los hambrientos en África, de la represión y la violencia en las revueltas políticas, había que sumar ahora el despropósito de que fuera atacada (y cómo) la nación más poderosa del planeta.
Recuerdo que di gracias por vivir donde vivo, con la idea y el convencimiento de que difícilmente nos pudiera pasar a nosotros algo así. Tremendo engaño...  Años más tarde nos levantamos con la noticia y las imágenes de los atentados de Atocha. 
Estamos en manos ajenas. No importa que seamos buena gente, que cumplamos con nuestro trabajo, que no deseemos mal al prójimo... Otros se encargan de jugar nuestras cartas y de meternos en una vorágine que nos sobrepasa.
Lo que nos queda es la sensación de incertidumbre, las imágenes casi fotográficas del desastre, la tremenda inseguridad como ciudadanos del mundo, el temor a que todavía no se haya acabado todo: no hay más que mirar a nuestro alrededor, a la situación económica que arrastramos, a las tramas políticas y sociales, a la complejidad de todo lo establecido...

sábado, 3 de septiembre de 2011

CHAU PESIMISMO


Ya sos mayor de edad,
     tengo que despedirte
     pesimismo.
     Años que te preparo el desayuno,
     que vigilo tu tos de mal agüero
     y te tomo la fiebre,
     que trato de narrarte pormenores
     del pasado mediato,
     convencerte de que en el fondo somos
     gallardos y leales,
     y también que al mal tiempo buena cara.
     Pero como si nada,
     seguís malhumorado, arisco e insociable
     y te repantigás en la avería
     como si fuese una butaca pullman,
     se te ve la fruición por el malogro,
     tu viejo idilio con la mala sombra,
     tu manía de orar junto a las ruinas,
     tu goce ante el desastre inesperado.
     Claro que voy a despedirte.
     No sé por qué no lo hice antes.
     Será porque tenés tu propio método
     de hacerte necesario
     y a uno lo deja triste tu tristeza,
     amargo tu amargura,
     alarmista tu alarma.
     Ya sé vas a decirme:    no hay motivos
     para la euforia y las celebraciones,
     y claro cuandonó tenés razón.
     Pero es tan boba tu razón, tan obvia,
     tan remendada y remedada,
     tan igualita al pálpito,
     que enseguida se vuelve sinrazón.
     Ya sos mayor de edad,
     chau pesimismo,
     y por favor andate despacito
     sin despertar al monstruo.
MARIO BENEDETTI

viernes, 2 de septiembre de 2011

NE ME QUITTE PAS



Habíamos pasado una semana olvidados del mundo real.
Del mundo del quehacer cotidiano.
Del mundo rutinario y prosaico.
Fueron días sin contacto con el mundo exterior, viviendo emociones a flor de piel,  encerrados en aquel colegio-internado, antiguo, rural...  
Viviendo emociones que había que sacar de lo más profundo de nuestro ser, de los lugares más escondidos de nuestra esencia, del encuentro de cada uno consigo mismo, de la interacción con el otro, de la preparación corporal y anímica para crear un personaje dispuesto a salir a escena...
Estábamos cansados.
Nuestros cuerpos habían danzado, se habían ralentizado, habían explosionado en ráfagas de creatividad, habían aprendido la disciplina en los movimientos. Habían sido vehículo consciente de todas nuestras manifestaciones emocionales como seres humanos, y se habían desconcertado en la búsqueda de los matices en la expresión.
No se vivía otra cosa que no fuera la introspección de la emoción para luego sacarla a la luz, a la vida... 
Trabajamos la mirada, la respiración, la proyección de los sonidos, la contención del sentimiento...
Estudiamos a Stanislavski y a Grotowski.
Establecimos pautas corporales.
Aprendimos a leer textos, a modular la voz...
Compartimos lo que éramos, lo que llevábamos a cuestas, los miedos, las limitaciones, los dones y los talentos, las miserias y las grandezas de nuestras vidas...
Y, al final,
el día de la despedida,
sentados en el suelo,
a oscuras,
en silencio,
con la certeza de que aquello se acababa,
en estrecha comunión unos con otros desde el conocimiento mutuo,
íntimo,
descarnado,
se puso esta canción...
Ne me quitte pas...
Las lágrimas brotaron mudas.
Todo lo que habíamos dado de nosotros mismos se derramó en las manos que se buscaron para apretarse...
suavemente...
sin aspavientos...
serenas...
cálidas...
vacías de sí mismas...
repletas de alegría, de tristeza, de miedo, de cólera, de ternura, de sensualidad...
de vida...
Ne me quitte pas.
Ne me quitte pas.
Ne me quitte pas.

jueves, 1 de septiembre de 2011

WALT WITHMAN / FRANK SINATRA

Me celebro y me canto a mí mismo.
Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti,
porque lo que yo tengo lo tienes tú
y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también.
Vago... e invito a vagar a mi alma.
Vago y me tumbo a mi antojo sobre la tierra
para ver cómo crece la hierba del estío.
Mi lengua y cada molécula de mi sangre nacieron aquí,
de esta tierra y de estos vientos.
Me engendraron padres que nacieron aquí,
de padres que engendraron otros padres que nacieron aquí,
de padres hijos de esta tierra y de estos vientos también.
Tengo treinta y siete años. Mi salud es perfecta.
Y con mi aliento puro
comienzo a cantar hoy
y no terminaré mi canto hasta que muera.
Que se callen ahora las escuelas y los credos.
Atrás. A su sitio.
Sé cuál es su misión y no la olvidaré;
que nadie la olvide.
Pero ahora yo ofrezco mi pecho lo mismo al bien que al mal,
dejo hablar a todos sin restricción,
y abro de par en par las puertas a la energía original de la naturaleza
desenfrenada.

WALT WITHMAN


ESPÍRITU ZEN

La perfección para todo aquel
que manda
es ser pacífico.
Para el que combate
es no encolerizarse.
Para el que desea vencer
es no luchar.
Para aquel que se sirve de los hombres
es ponerse al servicio de ellos.

No te preocupes y toma las cosas
como vienen.
Camina cuando quieras caminar.
Siéntate cuando quieras sentarte.
No imites a los que están ocupados
aprendiendo nombres y sentencias.
No hay nada que perder y ganar,
nada de que darse cuenta.

Deja pasar las cosas.
No busques ni huyas.
Todas las aflicciones se originan en la mente.
Por qué buscar en otra parte, liberarse de ellas?
Todo está dentro de ti,
confía en tí mismo y
observa en ti mismo, lo que hay allí.
Y recuerda que tu vida es aquí y ahora.

CENANDO EN "EL ENOL"


Mi hija pequeña y yo teníamos pendiente una cena para celebrar su cumpleaños.
El lunes pasado, cuando llegué a casa tras el trabajo, me sorprendió con la pregunta de si me apetecía salir esa noche. Me pareció buena idea, entre otras cosas porque me gustan los días “corrientes” en los que no existe la prisa y la urgencia de hacer algo diferente, en los que la gente no suele salir porque “no son días para ello” y en los que puedes disfrutar de más espacio en cualquier sitio.
El lugar de la cena fue “El Enol”, restaurante de Villaviciosa trabajado como pequeño negocio familiar y ubicado en la plaza del Ayuntamiento (aunque a mí me gusta más llamarla Plaza del Güevu). La cocina corre en su mayor parte a cargo de Vanesa, amiga de mi hija, que, siendo tan joven, sabe mucho de los entresijos de los sabores y aromas. Lo que elabora en su restaurante es maravillosamente sencillo, espontáneo, ingenioso, atrevido, concienzudo... y muy, muy rico. Ultimamente se está atreviendo con eso que se da en llamar “cocina de autor” o “cocina de diseño”. Y los resultados son increíbles. Para muestra un botón. Nuestra cena (dos menús de degustación) consistió en lo siguiente:

Aperitivo
SNACKS, sables de patata con tandori (especia hindú parecida al curri) y boniatos crujientes.

Una buena manera de hacer boca. Especialmente los sables de patatas me parecieron deliciosos, aunque debo reconocer que los boniatos ponían el toque más original.

 

Primeros platos:
MADE IN JAPAN, ensalada de langostinos crujientes al estilo japonés con frutas, mermelada de tomate, pomelo, frutas liofilizadas y vinagreta de soja.
DESDE PARÍS CON AMOR, terrina de foie en milhojas, con manzana, cebolla caramelizada y boletus confitado, servido con pan de pasas y crema de módena.

La variedad de componentes de la ensalada y el contraste de sabores nos sorprendió. Nos pareció riquísima. La mermelada de tomate creo que va a ser de ahora en adelante algo que tendré en cuenta al prepararla yo en casa; no estará tan conseguida, pero seguro que ya aportará un pequeño toque. La terrina... para enamorar.

Pescados:
UN NORUEGO EN LA HUERTA, bacalao sobre pisto de piquillos y crujiente de puerros.
AL SUR DEL PACÍFICO, merluza con su salsa, espagueti de mar (algas del Pacífico), ajo en vinagre y oliva negra.

La merluza estaba muy buena, pero el bacalao... ¡madre mía cómo estaba el bacalao!

 

Carnes:
EL TURBANTE DEL FAQUIR, solomillo de cerdo crujiente con anacardos y salsa de Biosolán acompañado de muelle de patata con cúrcuma.
1492: EL NUEVO MUNDO, bistec de ternera con cebolla confitada, tortos de maíz y atadillo de trigueros con bacon, y reducción de Pedro Ximenez.

La salsa de Biosolan... jamás se me hubiera ocurrido. Supongo que me falta la creatividad para este tipo de cocina. Es un acierto. Hace del cerdo algo exquisito. Y el bistec de ternera al Pedro Ximenez....Ummmmmmm

Postres:
LOVE OF THE TROPICAL, frutas en texturas: zumo, gelatinas de manzana y tomate, salteado de frutas, polvo de frambuesa y mango, helado y crujiente (en este caso llevaba cachitos de piña y melocotón), salteado de manzana y plátano, esponja (bizcocho hinchado, ligero y delicado) de melocotón, sorbetes de mandarina y manzana verde, y manzana y plátano deshidratado.
LA ERUPCIÓN DEL TIMANFAYA, bizcocho fluido de avellana con helado de mandarina.

Mira que soy golosa , y que si me ponen delante un trozo de bizcocho y una fruta me tiro sin dudar a por el bizcocho... Esta vez tengo que decir que las frutas ganaron la partida. ¡Qué buenas! Había de todo, incluido lo frío y lo caliente, lo seco y lo jugoso, lo fresco y lo seco, lo sólido y lo líquido... Una delicia.

Puedo deciros que LO COMÍ TODOOOOOO. Y puedo deciros que, a pesar de que era mucho, se notó la buena mesa y la buena materia prima porque no teníamos esa sensación de hartura incómoda y disfrutamos de una buena digestión.
Fue además un viaje gastronómico por los sabores del mundo: Japón, París, Noruega, el Pacífico, India, América, el Trópico y Canarias. No hay más que fijarse en el nombre otorgado a los platos y a los ingredientes correspondientes a cada uno de ellos. Una genuina experiencia para los sentidos del gusto, el olfato y la vista... Una agradable conversación con la joven cocinera que se acercó a la mesa... Un encuentro entre madre e hija en la cómplice mirada que todo lo dice: ¡¡¡Ummmm, qué rico está!!!

(La cumpleañera y la cocinera)

PAULO COELHO Y LA DIETA


"Uno de los grandes filósofos brasileños, el cantante Tim Maia, dijo en cierta ocasión: «Me propuse hacer una dieta rigurosa. No probé el alcohol ni el azúcar, y me abstuve de comidas grasas. En dos semanas perdí 14 días».
Vivo hace 28 años con una mujer maravillosa, que de vez en cuando pierde la calma y su buen humor porque, según ella, le sobran unos kilos. ¿No estaremos exagerando un poco? Una cosa es la obesidad y otra pretender parar el tiempo y la evolución normal del organismo.
Lo peor de todo es que constantemente aparecen nuevas maneras de perder peso: comiendo calorías, evitando las calorías, consumiendo grasas compulsivamente, evitando las grasas a cualquier precio... Entramos en una farmacia, y somos visualmente invadidos por todo tipo de productos milagrosos que prometen acabar con las ganas de comer, con el tejido adiposo, con la barriga, etc.
Sobrevivimos todos estos milenios porque fuimos capaces de comer. Y, hoy en día, esto mismo parece haberse convertido en una maldición. ¿Por qué? ¿Qué es lo que nos hace intentar mantener a los 40 el mismo cuerpo que teníamos cuando éramos jóvenes? ¿Es que existe alguna posibilidad de parar esta dimensión del tiempo?
Claro que no. ¿Y por qué tendríamos que ser delgados? No hay ninguna razón para serlo. Compramos libros, vamos al gimnasio, gastamos una cantidad importantísima de nuestra energía intentando parar el tiempo, en lugar de caminar por este mundo celebrando el milagro. Cuando deberíamos estar pensando en cómo vivir mejor, nos obcecamos con el asunto del peso.
Olvídenlo. Ustedes pueden leer cuantos libros quieran, hacer los ejercicios que consideren necesarios, infligirse todos los castigos que deseen y seguirán teniendo, de todas maneras, dos opciones: dejar de vivir o engordar.
De acuerdo que hay que comer con moderación, pero, antes que nada, hay que comer con placer. Ya lo dijo Jesucristo: «Lo malo no es lo que entra, sino lo que sale de la boca del hombre».
Un día estaba en un restaurante libanés con una amiga irlandesa y conversábamos sobre ensaladas. Con todo el respeto debido a los vegetarianos y a los fundamentalistas de la alimentación, la ensalada, para mí, sirve esencialmente para decorar el plato. No podemos vivir sin ella, pero tampoco podemos considerarla el centro de nuestras atenciones gastronómicas. Los periódicos publican a diario historias de jóvenes en busca del estrellato en las pasarelas que terminan muriendo como consecuencia de esta obsesión por el peso.
Recuerden que durante milenios luchamos para no pasar hambre. ¿Quién se inventó esta patraña de que todo el mundo tiene que mantenerse delgado durante toda la vida?
Voy a responder: los vampiros del alma, quienes piensan que es posible parar la rueda del tiempo. Pues no, no es posible. Usen la energía y el esfuerzo que emplearían en una dieta para alimentarse del pan espiritual y continúen disfrutando (con moderación, insisto una vez más) de los placeres de la buena mesa.
El año pasado escribí una serie de columnas sobre los pecados capitales, y la gula era uno de ellos. Pero ¿qué es exactamente la gula? Una obsesión. Lo mismo que la dieta. En este punto, los dos extremos se encuentran, siendo ambos nocivos para la salud. Mientras millones de personas pasan hambre en todo el mundo, vemos que hay gente incentivando la delgadez porque, en algún momento, alguien decidió que ser delgado era la única manera de conservar la juventud y la belleza.
En lugar de quemar artificialmente estas calorías, debemos intentar transformarlas en energía que se pueda aplicar a la lucha por nuestros sueños. Nadie se mantuvo delgado durante mucho tiempo sólo por causa de una dieta".


(Extraído de un articulo de XL Semanal)