QUIZÁ ESTE MOMENTO...

QUIZÁ ESTE MOMENTO...
La vida es un discurrir de momentos. Suelen sucederse sin que apenas reparemos en lo que nos están ofreciendo. Y, sin embargo, en algunas ocasiones, alguno de ellos, se hace presente y nos hace ser conscientes de nuestra propia existencia...

viernes, 2 de septiembre de 2011

NE ME QUITTE PAS



Habíamos pasado una semana olvidados del mundo real.
Del mundo del quehacer cotidiano.
Del mundo rutinario y prosaico.
Fueron días sin contacto con el mundo exterior, viviendo emociones a flor de piel,  encerrados en aquel colegio-internado, antiguo, rural...  
Viviendo emociones que había que sacar de lo más profundo de nuestro ser, de los lugares más escondidos de nuestra esencia, del encuentro de cada uno consigo mismo, de la interacción con el otro, de la preparación corporal y anímica para crear un personaje dispuesto a salir a escena...
Estábamos cansados.
Nuestros cuerpos habían danzado, se habían ralentizado, habían explosionado en ráfagas de creatividad, habían aprendido la disciplina en los movimientos. Habían sido vehículo consciente de todas nuestras manifestaciones emocionales como seres humanos, y se habían desconcertado en la búsqueda de los matices en la expresión.
No se vivía otra cosa que no fuera la introspección de la emoción para luego sacarla a la luz, a la vida... 
Trabajamos la mirada, la respiración, la proyección de los sonidos, la contención del sentimiento...
Estudiamos a Stanislavski y a Grotowski.
Establecimos pautas corporales.
Aprendimos a leer textos, a modular la voz...
Compartimos lo que éramos, lo que llevábamos a cuestas, los miedos, las limitaciones, los dones y los talentos, las miserias y las grandezas de nuestras vidas...
Y, al final,
el día de la despedida,
sentados en el suelo,
a oscuras,
en silencio,
con la certeza de que aquello se acababa,
en estrecha comunión unos con otros desde el conocimiento mutuo,
íntimo,
descarnado,
se puso esta canción...
Ne me quitte pas...
Las lágrimas brotaron mudas.
Todo lo que habíamos dado de nosotros mismos se derramó en las manos que se buscaron para apretarse...
suavemente...
sin aspavientos...
serenas...
cálidas...
vacías de sí mismas...
repletas de alegría, de tristeza, de miedo, de cólera, de ternura, de sensualidad...
de vida...
Ne me quitte pas.
Ne me quitte pas.
Ne me quitte pas.

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