QUIZÁ ESTE MOMENTO...
QUIZÁ ESTE MOMENTO...
La vida es un discurrir de momentos. Suelen sucederse sin que apenas reparemos en lo que nos están ofreciendo. Y, sin embargo, en algunas ocasiones, alguno de ellos, se hace presente y nos hace ser conscientes de nuestra propia existencia...
La vida es un discurrir de momentos. Suelen sucederse sin que apenas reparemos en lo que nos están ofreciendo. Y, sin embargo, en algunas ocasiones, alguno de ellos, se hace presente y nos hace ser conscientes de nuestra propia existencia...
viernes, 26 de diciembre de 2014
domingo, 7 de diciembre de 2014
FLORES PEQUEÑAS
Fueron un simple detalle de la hermana de una amiga que había recogido unos pequeños ramilletes de flores de su jardín y que se apresuró a darnos justo cuando nos estábamos subiendo en el coche para irnos de vuelta a casa.
Era un ramito tan pequeño que no encontré jarrón adecuado y tuve que optar por ponerlas en un tarro de conservas ya vacío.
Cuando las vi allí colocadas, tan sencillas, tan cada una a su aire, haciendo burla a las perfectas simetrías... me parecieron deslumbrantes. Y las fotografíe para que esa vida tan efímera que poseían se perpetuase en el tiempo.
sábado, 6 de diciembre de 2014
LA UNIÓN HACE LA FUERZA...AÚN
Nadie como Steinbeck supo reflejar el valor que supone para un hombre, para cualquier persona humana, enfrentarse a las adversidades de la vida. Así lo refleja en "Las uvas de la ira", obra que recibió el premio Pullitzer en 1940, esa gran novela que al hablarnos de la gran crisis americana de 1929 nos está hablando de la gran crisis del mundo actual. Una ira que no es sino coraje... El coraje de todos aquellos que se unen para luchar por la dignidad.
"La lluvia dejó de caer. En los campos quedó el agua, reflejando el cielo gris y la tierra susurró con el agua en movimiento. Y los hombres salieron de los graneros y los cobertizos. Se acuclillaron y contemplaron la tierra anegada. Callaban. Y a veces hablaban muy quedamente.
No hay trabajo hasta la primavera. No hay trabajo.
Y si no hay trabajo...no hay dinero ni comida".
"Las mujeres miraron a los hombres, los miraron para ver si al final se derrumbarían. Las mujeres permanecieron calladas, de pie, mirando. Y en donde un grupo de hombres se juntaba, el miedo dejaba sus rostros y la furia ocupaba su lugar. Y las mujeres suspiraron de alivio porque sabían que todo iba bien, que esta vez tampoco se irían abajo; y que nunca lo harían en tanto que el miedo pudiera transformarse en ira".
"Decía que una vez se fue al desierto a encontrar su propia alma y descubrió que no tenía un alma que fuera suya. Que descubrió que sólo tenía un pedacito de una enorme alma. Decía que el desierto no servía de nada porque su pedacito de alma no servía a menos que estuviera con el resto, a menos que estuviera con el resto y estuviera entera. Es curioso lo que recuerdo. Ni siquiera me daba cuenta de que estuviera escuchando. Pero ahora sé que un hombre no sirve para nada si está solo"
"La lluvia dejó de caer. En los campos quedó el agua, reflejando el cielo gris y la tierra susurró con el agua en movimiento. Y los hombres salieron de los graneros y los cobertizos. Se acuclillaron y contemplaron la tierra anegada. Callaban. Y a veces hablaban muy quedamente.
No hay trabajo hasta la primavera. No hay trabajo.
Y si no hay trabajo...no hay dinero ni comida".
"Las mujeres miraron a los hombres, los miraron para ver si al final se derrumbarían. Las mujeres permanecieron calladas, de pie, mirando. Y en donde un grupo de hombres se juntaba, el miedo dejaba sus rostros y la furia ocupaba su lugar. Y las mujeres suspiraron de alivio porque sabían que todo iba bien, que esta vez tampoco se irían abajo; y que nunca lo harían en tanto que el miedo pudiera transformarse en ira".
"Decía que una vez se fue al desierto a encontrar su propia alma y descubrió que no tenía un alma que fuera suya. Que descubrió que sólo tenía un pedacito de una enorme alma. Decía que el desierto no servía de nada porque su pedacito de alma no servía a menos que estuviera con el resto, a menos que estuviera con el resto y estuviera entera. Es curioso lo que recuerdo. Ni siquiera me daba cuenta de que estuviera escuchando. Pero ahora sé que un hombre no sirve para nada si está solo"
jueves, 4 de diciembre de 2014
miércoles, 3 de diciembre de 2014
DESAPRENDER
"Desaprender la mayor parte de las cosas que nos han enseñado es más importante que aprender"
EDUARDO PUNSET
CORRUPTOS
Estamos como anestesiados, como si nos hubiesen administrado algún fármaco relajante que anulase nuestra capacidad de protesta, de rebeldía. No se entiende con todo lo que está pasando que no demos un golpe en la mesa y nos levantemos con un "basta ya" cuando nos están robando y arrebatando la dignidad. ¿Cuántos meses llevamos con noticias sobre políticos que cobran parte de sus sueldo en dinero de caja B, que se forran a base de comisiones, que malgastan y derrochan en su propio beneficio el dinero público, y que alardean de ser personas honestas, personas en las que se puede confiar, personas que no hacen sino pensar en el bien de todos los ciudadanos, en tu bien, y en el mío?
Es para vomitar.
Y el que salga todo a la luz no es consecuencia de una política del gobierno intentando acabar con los corruptos. Eso es lo que dicen para salvar la situación. Creo más bien que hay tanta mierda que ya es imposible contenerla, que se asoma sin querer por cualquier entresijo socio-económico al que se mire con un poco de atención porque huele a distancia, porque debajo del traje impecable hay una suciedad en la piel que resulta repugnante.
Lo peor es que esa falta de higiene, de limpieza, afecta a todos los que de una manera u otra ejercen cierto poder: los políticos de derechas y los de izquierdas, los sindicalistas, los banqueros, los empresarios...
Me asusta pensar que son ellos mismos los que ahora quieren librarnos de ese mal, de esa epidemia incontrolada de avaricia, los que nos intentan tranquilizar con recetas que siguen oliendo a mentira y a desfachatez, los que quieren destruir todo atisbo de aire fresco tachándolo de populismo, los que siguen pensando que nos convencerán de nuevo "porque ellos lo valen".
Pero lo que más miedo me da es que nos lo creamos, que sigamos siendo cómplices.
martes, 2 de diciembre de 2014
REENCUENTRO
En ocasiones la vida te regala episodios ingratos que te alejan de aquello que forma parte de tu propia esencia, que te dejan en el abismo de la pérdida, y que consiguen que por un tiempo dejes de creer en ti misma.
Se instala entonces en el alma una especie de soledad estéril que intentas comprender para seguir adelante, para no zozobrar, para no dejarte engañar por esas circunstancias hostiles: se crea la necesidad del reencuentro, de la reconciliación con una misma, de la aceptación.
Y lleva tiempo... Pero se consigue.
Se logra casi sin darnos cuenta, percibiendo pequeños detalles, sorprendiéndonos con una risa franca que sale de las entrañas, percibiendo como un privilegio esos momentos de soledad que antes nos acongojaban, sonriendo a la vida porque sí... Se logra cuando un día cualquiera, paseando por la playa al anochecer, descubres que tienes ganas de llegar a casa y sentarte delante del ordenador y escribir, escribir, escribir...
Escribir que la playa estaba casi desierta, que soplaba el aire, que no hacía frío, que el cielo se estaba tiñendo de añil, que la iglesia al final del paseo era un foco de oro en la caída de la tarde, que olía a mar, que las olas susurraban lentamente algo... "¡Charo, bienvenida, que hermoso es el reencuentro!"
Sí, es hermoso.
domingo, 26 de octubre de 2014
EL DISCURSO DE CADDY ADZUBA
DISCURSO ÍNTEGRO DE CADDY ADZUBA, PREMIO PRÍNCIPE DE ASTURIAS DE LA CONCORDIA 2014
"Con profunda gratitud y gran humildad me presento ante ustedes en este día, para darles las gracias desde lo más profundo de mi corazón. Mediante este prestigioso galardón, han elegido reconocer la labor pacífica de lucha contra la violencia sexual de la que son víctimas las mujeres en tiempos de guerra, en la zona oriental de la República Democrática del Congo, y la lucha contra la pobreza.
Honorables miembros del Jurado, acepten nuestro sincero agradecimiento por esta distinción. Es un gran honor para mi humilde persona. Hubiese querido que este honor fuera recibido por las miles de mujeres congoleñas, víctimas de la guerra y de la violencia sexual y despojadas de todo honor desde que sus cuerpos fueron transformados en campos de batalla. Y quiero compartir este honor con las mujeres activistas de todo el mundo, y en especial con las de la República Democrática del Congo que, día y noche, luchan para defender los derechos humanos, con el exclusivo fin de establecer la justicia.
Majestades, distinguidos invitados, señoras y señores:
Hoy, la mujer congoleña víctima de los conflictos armados, violentada y violada, ha perdido toda su dignidad y vive en la deshonra. Ella, cuyos órganos genitales fueron sometidos a los ultrajes más viles, condenada a la esclavitud sexual y rechazada por su propia comunidad, lleva 18 años sufriendo: 18 años de tortura, 18 años de destrucción, 18 años de huida errante y desplazamiento, 18 años de pobreza extrema.
Los niños nacidos de esta atrocidad que es la esclavitud sexual en tiempos de guerra, son a su vez víctimas de violaciones cuando son niñas, y reclutados a la fuerza en las bandas armadas cuando son niños: un círculo vicioso de sufrimiento y desolación que pone directamente en peligro el futuro de la nación congoleña, a causa de los miles de niños sin educación y traumatizados por los horrores de la guerra.
Majestades, distinguidos invitados, señoras y señores:
No es secreto para nadie. Varios informes de Organizaciones No Gubernamentales internacionales y de expertos de las Naciones Unidas han denunciado la masacre organizada y planificada en el este de la República Democrática del Congo. Los diversos encuentros de paz y acuerdos firmados por el gobierno congoleño y los beligerantes nos llevaron a confiar en un final inminente del conflicto. Pero, lamentablemente, las mujeres siguen siendo violadas, los niños siguen siendo reclutados a la fuerza en los grupos armados, las familias siguen errando por los caminos del exilio, aldeas enteras siguen siendo incendiadas, los bienes de la población siguen siendo saqueados.
No, nuestra guerra no ha terminado. Estamos en guerra. Una guerra que, intencionadamente, se ha relegado en el olvido.
Ante esta situación, nos tenemos que preguntar: ¿Por qué esta guerra? ¿Por qué tanto sufrimiento para las mujeres violadas? La paz y la dignidad humana, ¿son un lujo para las mujeres pobres? ¿Están condenadas a sufrir los horrores de una guerra que no han planificado ellas?
Estas preguntas atañen a todos los que estamos aquí en esta sala. Las causas del conflicto en la República Democrática del Congo son múltiples y los actores, responsables directos e indirectos, se conocen y han sido detallados en los informes que he mencionado. De ellos se desprende que la República Democrática del Congo es víctima de la inmensa riqueza de su subsuelo.
Permítanme pedir cuentas a ciertas empresas multinacionales que, en busca de sus propios intereses, han contribuido a asolar a sangre y fuego este gran y hermoso país de Congo, arrebatándoles así la vida a más de 6 millones de personas y su dignidad y su honor a más de 500.000 mujeres violadas.
Majestades, distinguidos invitados, señoras y señores:
¿Durante cuánto tiempo más vamos a seguir insensibles al dolor de las mujeres violadas en la República Democrática del Congo?
Las mujeres congoleñas heridas en cuerpo y alma, reclaman justicia y reparación; que se persiga tanto a los autores indirectos y ocultos en la sombra, como a los autores directos y materiales. Es justo y necesario que todos aquellos que financian y alimentan este horror por razones económicas respondan de sus actos.
España, uno de los países europeos que ha vivido los horrores de la dictadura en un pasado reciente y que ha logrado construir en tan poco tiempo un país de derechos humanos, en el que los derechos de las mujeres se respetan a escala nacional e internacional, un remanso de paz, un país de justicia... España –decía− sabrá intervenir con todo su peso ante la comunidad internacional en favor de esas mujeres congoleñas que sólo piden poder vivir en paz en su país y satisfacer las necesidades de sus hijos.
Esta justicia requiere instituciones fuertes y competentes. Por ello sugerimos que se cree un Tribunal Penal Internacional (TPI) para la República Democrática del Congo como el que se creó para Ruanda. De manera que los crímenes cometidos contra las mujeres congoleñas en estos últimos 18 años no queden impunes y para reforzar al mismo tiempo el mandato de la Corte Penal Internacional.
Majestades, distinguidos invitados, señoras y señores:
El prestigioso Premio Príncipe de Asturias de la Concordia con el que nos han honrado, es para nosotros una gran oportunidad de difundir aún con más fuerza y proyección nuestros mensajes de sensibilización y nuestras alegaciones. Este premio servirá de altavoz para la defensa de la causa de las mujeres violadas en el mundo en general y en particular en la República Democrática del Congo.
Por ello queremos dar las gracias muy sinceramente: a la Corona de España por haber instaurado este Premio Príncipe de Asturias; a los miembros del jurado por haber confiado en nuestra causa; a las organizaciones que han presentado nuestra candidatura a este galardón; a las Organizaciones de la sociedad civil española que nos han apoyado y acompañado en nuestra sensibilización a nivel internacional.
Sin olvidar claro el muy importante papel que desempeñan las Radios de Paz en la República Democrática del Congo, a los periodistas que han dado su vida en conflictos, como Julio Anguita Parrado, y en especial a Radio Okapi, que son un buen ejemplo de esta labor.
Permítanme concluir mi mensaje con un poema español que dice: «Necesitamos dos manos para escribir , dos para acariciar, dos para aplaudir y todas las manos del mundo para la paz».
Unan, pues, sus manos a nuestras manos para que podamos reconstruir la paz y la concordia en la República Democrática del Congo, y devolver su honor y su dignidad a las mujeres violadas.
Muchas gracias."
jueves, 16 de octubre de 2014
EN BRUJAS
Llegamos a media mañana con la idea de quedarnos a comer. El aire olía a estiércol de caballo y a agua remansada. El día, aunque gris, tenía una calidez que hacía agradable la idea de dar un paseo en barca y perderse después por las viejas calles adoquinadas.
Mientras esperaba en el embarcadero, oyendo a lo lejos el bullicio de la gente, me fijé en la antigua belleza de las casas y no pude menos que acordarme de aquella tormenta que en el año 1134 trajo la prosperidad a la pequeña ciudad de Brujas: la fuerza del agua fue tal, que consiguió abrir un canal natural dejando una vía abierta hacia el Mar del Norte trayendo consigo el comercio y con él el maravilloso esplendor de Flandes. Quise imaginar que tuvo que considerarse una desgracia el hecho de que en el siglo XVI todo ello se viniera abajo cuando las aguas del canal empezaron a solidificarse con la consecuente desaparición del puerto. Y sin embargo fue ese suceso, esa decadencia, lo que contribuyó a preservar el casco histórico de Brujas hasta el día de hoy sin que apenas haya sufrido una transformación.
Surcando el agua, pensando en todo ello, me sentí agradecida. Ahí estaba yo, embelasada viajera, contemplando la herencia de la historia. Ciertamente todo es relativo. Buena suerte, mala suerte... nunca se sabe.
Mientras esperaba en el embarcadero, oyendo a lo lejos el bullicio de la gente, me fijé en la antigua belleza de las casas y no pude menos que acordarme de aquella tormenta que en el año 1134 trajo la prosperidad a la pequeña ciudad de Brujas: la fuerza del agua fue tal, que consiguió abrir un canal natural dejando una vía abierta hacia el Mar del Norte trayendo consigo el comercio y con él el maravilloso esplendor de Flandes. Quise imaginar que tuvo que considerarse una desgracia el hecho de que en el siglo XVI todo ello se viniera abajo cuando las aguas del canal empezaron a solidificarse con la consecuente desaparición del puerto. Y sin embargo fue ese suceso, esa decadencia, lo que contribuyó a preservar el casco histórico de Brujas hasta el día de hoy sin que apenas haya sufrido una transformación.
Surcando el agua, pensando en todo ello, me sentí agradecida. Ahí estaba yo, embelasada viajera, contemplando la herencia de la historia. Ciertamente todo es relativo. Buena suerte, mala suerte... nunca se sabe.
domingo, 28 de septiembre de 2014
EL ROSTRO DE LA MUJER EN EL ARTE
"La belleza perece en la vida, pero es inmortal en el arte"
(Leonardo Da Vinci)
miércoles, 24 de septiembre de 2014
domingo, 21 de septiembre de 2014
CUANDO LAS PALOMAS CAYERON DEL CIELO (Sofi Oksanen)
El último trabajo de Sofi Oksanen fue la lectura que nos ocupó cuando nos reunimos de nuevo para nuestra tertulia de amigas. Lo hicimos a finales de Agosto, en la hermosa finca que tiene Rosa en Amandi, a la hora de los atardeceres ya no tan largos del estío, compartiendo las opiniones, las sensaciones transmitidas por la escritora, y poniendo sobre la mesa la fruta, el queso, la tortilla, el pan, el tiramisú...cuando finalmente cayó la noche y se hizo preciso encender las pequeñas velas.
Inés nos trajo un pequeño esquema que su marido nos había hecho para que pudiéramos entender la situación política de Estonia en el momento en que tienen lugar los acontecimientos en que la obra se desarrolla: los años de la Segunda Guerra Mundial y el periodo inmediatamente posterior que nos dan fe de una Estonia dominada por los soviéticos ya antes de la guerra, "liberada" por los nazis y anexionada nuevamente por la URSS.
Este trasfondo histórico será el marco donde aparecen los tres personajes centrales de la obra (Roland, Edgar y Juudit) que, con sus complejas razones de ser , la visten de drama psicológico, y también de cierto aire de thriller en cuanto que la trama parece construirse alrededor de un misterio. Pero este misterio, ese suceso sin resolver, se va perdiendo en unas páginas narradas donde aparecen y desaparecen personajes que creemos engañosamente irrelevantes, que saltan en el tiempo dejando pequeños enigmas inconclusos en cada capítulo que también se van perdiendo según avanzamos en la lectura, para llegar finalmente a un desenlace que no nos despierta la emoción esperada.
Todo está confuso: los tiempos, las distintas identidades de Edgar según los vientos políticos que soplen, quien es el narrador en cada momento, la gran cantidad de personajes que quedan descolgados sin entenderse muy bien el protagonismo que tienen y que luego aparecen como cruciales, las acciones sin cerrar, el ir y venir en el tiempo de la ocupación rusa a la nazi y viceversa, mezclándose las historias sin un claro punto de intersección.
Nos pareció en líneas generales un libro de lectura pesada, difícil de seguir en cuanto a tiempos y personajes se refiere, pensado quizá más como un guión cinematográfico que como novela y al que le falta lo visual del cine como parte importante para hacernos comprender de una forma acertada la trama.
Tiene a su favor la acertada atmósfera en que envuelve los acontecimientos y los personajes, la gris y triste ambientación de los países del este durante esos periodos de ocupación y guerra que nos ayuda a comprender la idiosincrasia de la desconocida Estonia. Y también a su favor está la buena caracterización que hace de los protagonistas: Roland, el hombre honesto obsesionado por la muerte de su prometida (un crimen disfrazado de suicidio que achaca a los invasores nazis) y comprometido con la causa independentista; Edgar, oportunista, desertor y aliado de todos los bandos, peligroso en una frustración sexual que compensa con el ansia de poder, mezquino en su avidez de información para destruir todo aquello que pueda delatarle; y Juudit, una mujer manipulada por los acontecimientos, condenada a ser una infeliz, sin capacidad ni libertad de actuación, pero fuerte y sensible.
Escrita en una prosa depurada, carente de metáforas, de estilo frío y reposado, narrada desde un distanciamiento emocional que logra una visión objetiva de la escritora sobre la historia que cuenta, esta novela de Sofi Oksanen no deja de ser un alegato contra las sucesivas opresiones del pueblo estonio. Pero está contada tan mal, tiene una resolución final tan pueril, tan poco ajustada a lo que la autora pretendía conseguir con su compleja manera de presentarnos la novela, que nos dejó un regusto de decepción en la boca. El caso es que la crítica ha sido benévola con ella e incluso ha aplaudido "la impresionante habilidad de la autora", pero a nosotras no nos dio sino la impresión de ser una novela oportunista y atenta a esa necesidad que tienen las repúblicas bálticas de reivindicar el nacionalismo. Quizá sea esto último lo único que salvemos de la quema: la salvaguarda de identidad de un pueblo, de una cultura, de una forma de entender la vida. Lo demás, un barullo.
LOS GATOS (Charles Baudelaire)
Los fervientes amorosos y los austeros sabios
Aman igualmente, en su estación madura,
A los gatos fuertes y dulces, orgullo de la casa,
Que como ellos son friolentos y sedentarios.
Amigos de la ciencia y la voluptuosidad,
Buscan el silencio y el horror de las tinieblas;
El Erebo los habría tomado por sus corceles fúnebres,
Si pudieran doblegar al siervo su ferocidad.
Ellos sueñan y adoptan las nobles actitudes
De grandes esfinges alargadas en el fondo de las soledades,
y parecen dormir dentro de un sueño sin fin;
Sus reinos fecundos están llenos de chispas mágicas
Y de parcelas doradas, como una arena fina,
Que destellan vagamente en sus pupilas místicas.
domingo, 24 de agosto de 2014
CONDENANDO LA MASACRE
(Noticia que apareció publicada en Público el día 23/08/2014)
Centenares de supervivientes del Holocausto han firmado una carta publicada en la edición de este sábado en la publicación estadounidense The New York Times que condena "la masacre de palestinos en Gaza" y que pide un boicot completo a Israel, según ha recogido este sábado el diario israelí Haaretz."Como supervivientes judíos y descendientes de las víctimas del genocidio nazi, inequívocamente condenamos la masacre de palestinos en Gaza y la ocupación y colonización de los territorios históricos palestinos", recoge la carta firmada por 327 supervivientes del Holocausto y descendientes de las víctimas del genocidio alemán.
Según la carta, la condena ha sido provocada por un anuncio escrito por el escritor húngaro y superviviente del Holocausto Elie Wesel y que fue publicado en The Guardian en el que se acusaba al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) del "sacrificio de niños" y comparaba con los nazis. "Estamos indignados por el abuso de nuestra historia con el que Elie Wiesel ha tratado de justificar lo injustificable: Los esfuerzos israelíes por destruir Gaza y el asesinato de más de 2.000 palestinos, incluyendo a centenares de niños. Nada puede justificar los bombardeos a refugios de la ONU, casas particulares, hospitales y universidades. Nada puede justificar la privación a la gente de agua y electricidad", mantiene el texto. "Estamos preocupados por la deshumanización de los palestinos en la sociedad israelí, que ha alcanzado niveles extremos. En Israel los políticos y líderes de opinión de los medios de comunicación han hecho comentarios públicos a favor del genocidio. Además los israelíes de extrema derecha están adoptando como suyos símbolos nazis", denuncia la carta.
Los 327 judíos que han firmado la carta también han condenado a Estados Unidos y a los países occidentales por sus acciones que, según ellos, han permitido a Israel continuar con los ataques. "Además condenamos a Estados Unidos por financiar a Israel para que pueda llevar a cabo los ataques y a los países occidentales en general por usar la diplomacia para proteger a Israel. El genocidio comienza por el silencio del mundo", condena la carta.
La carta concluye con un llamamiento "inmediato al cese del bloqueo contra Gaza" y pide el "boicot económico, cultura y académico a Israel". "Nunca más ha de significar 'nunca más' para nadie", concluye la carta.
sábado, 26 de julio de 2014
DESGRACIA (J.M.Coetzee)
La mañana del sábado en que tuvo lugar nuestra última Tertulia amaneció con un engañoso sol que hizo que algunas de nosotras se animaran a subir andando a la hermosa casa que Luci tiene en un pueblo cercano. Las más perezosas cogeríamos el coche para subir también la comida que cada una aportaría al encuentro. Sin embargo, el tiempo cambió y las nubes que llenaron el cielo descargaron una lluvia fresca de verano... Fuimos llegando poco a poco, y poco a poco tomamos posiciones bajo el porche de la casa con el café y el té sobre la mesa y nuestras ganas de escucharnos...
Y empezamos... El tiempo había cambiado aquella mañana como cambiaron los códigos y el poder en Sudáfrica tras la abolición del apartheid...
A Cotzee, premio nobel de literatura 2003, le concedieron por esta magnífica novela el prestigioso premio Booker Prize y ha sido considerada la mejor novela escrita en inglés en los últimos 25 años en el Reino Unido, Irlanda y el Commonwealth. Y no es para menos. De una forma sobria, elegante, sin sobrecargas emocionales, se nos va desvelando una trama que pone al descubierto la violencia y el deseo de dominación, los conflictos que aún subyacen por la diferencia de razas y el interés por el poder.
El personaje central, David Lurie, es un profesor universitario sin vocación que vive en Ciudad del Cabo, divorciado en dos ocasiones, y que con sus 52 años seduce a una de sus estudiantes, una joven mestiza que presionada por su familia y por su novio, le acaba denunciando por acoso sexual.
Lurie opta por no defenderse perdiendo así su trabajo y su reputación, y se refugia en la modesta granja que su hija Lucy intenta sacar adelante en la Provincia Oriental del Cabo labrando la tierra, cultivando flores y cuidando a perros abandonados y enfermos. Lucy vive sola tras separarse de Helen, su última pareja, y cuenta con la ayuda de Petrus, un hombre negro nativo de aquella zona y ambicioso que vive cerca con su familia.
Sin embargo todo se verá alterado cuando ambos sufren un brutal ataque por tres hombres negros: Lurie es rociado con alcohol y quemado, y Lucy es violada quedando embarazada. Ella se instala en el silencio, renuncia a poner en manos de la justicia lo ocurrido, decide tener a su hijo, asume la implicación indirecta de Petrus en todo aquel episodio y acepta un trato con él que la despoja de la propiedad de sus tierra, que ahora pasan a ser de Petrus, a cambio del derecho a cultivarla y conservar su casa.
La cambiante relación de poder entre el hombre blanco y el hombre negro, el paralelismo que se establece en las relaciones basadas en la dominación de uno y otro, la desgracia casi necesaria para alcanzar la madurez, la violencia de los actos humanos, los códigos de conducta, el respeto a las decisiones no compartidas por parte del otro, la compasión que nos hace conocedores del amor (ese amor que se refleja de una forma gráfica en los gestos de ternura del hombre que habla y acaricia a los perros antes de ponerles la inyección letal para acabar con su sufrimiento)..., todos los conflictos en suma que padre e hija viven, no dejan de ser los conflictos de Sudáfrica, una tierra donde aún las gentes buscan su sitio con las heridas de la historia abiertas y supurando.
Aunque en mayor o menor medida, el libro nos conmovió a todas. Nos llamó la atención la sobriedad narrativa del autor, esa falta de profundización en los sentimientos compensada por la precisión de la palabra y del acto para situarnos en su justa y descarnada importancia. Nos asombramos ante la asunción de lo que supone "el ajuste de cuentas" entre las razas, ante el silencio que se establece, ante la tremenda valentía del escritor que, a pesar de ser uno de los autores que más ha condenado el apartheid, deja constancia de sus dudas sobre el verdadero resultado de todo aquel episodio histórico. Nos inquietó el proceso de maduración, de aprendizaje en esa desgracia que no viene sino a redimirnos de nosotros mismos. Nos cuestionamos nuestras más sólidas creencias acerca de lo que significa verdaderamente la dignidad, esa dignidad que pone en la balanza lo que uno es y lo que uno quiere, y cómo conseguirlo, y que nos da la clarividencia necesaria sobre los acontecimientos y las emociones para resurgir de las cenizas.
Una novela dura,inmensa, inquietante, que nos conduce a reflexiones existenciales a pesar nuestro, que nos enfrenta a las circunstancias socio políticas que nos envuelven y condicionan, y que nos deja los maravillosos versos de Byron mirándonos inquisidores desde la lejanía...
Y empezamos... El tiempo había cambiado aquella mañana como cambiaron los códigos y el poder en Sudáfrica tras la abolición del apartheid...
A Cotzee, premio nobel de literatura 2003, le concedieron por esta magnífica novela el prestigioso premio Booker Prize y ha sido considerada la mejor novela escrita en inglés en los últimos 25 años en el Reino Unido, Irlanda y el Commonwealth. Y no es para menos. De una forma sobria, elegante, sin sobrecargas emocionales, se nos va desvelando una trama que pone al descubierto la violencia y el deseo de dominación, los conflictos que aún subyacen por la diferencia de razas y el interés por el poder.
El personaje central, David Lurie, es un profesor universitario sin vocación que vive en Ciudad del Cabo, divorciado en dos ocasiones, y que con sus 52 años seduce a una de sus estudiantes, una joven mestiza que presionada por su familia y por su novio, le acaba denunciando por acoso sexual.
Lurie opta por no defenderse perdiendo así su trabajo y su reputación, y se refugia en la modesta granja que su hija Lucy intenta sacar adelante en la Provincia Oriental del Cabo labrando la tierra, cultivando flores y cuidando a perros abandonados y enfermos. Lucy vive sola tras separarse de Helen, su última pareja, y cuenta con la ayuda de Petrus, un hombre negro nativo de aquella zona y ambicioso que vive cerca con su familia.
Sin embargo todo se verá alterado cuando ambos sufren un brutal ataque por tres hombres negros: Lurie es rociado con alcohol y quemado, y Lucy es violada quedando embarazada. Ella se instala en el silencio, renuncia a poner en manos de la justicia lo ocurrido, decide tener a su hijo, asume la implicación indirecta de Petrus en todo aquel episodio y acepta un trato con él que la despoja de la propiedad de sus tierra, que ahora pasan a ser de Petrus, a cambio del derecho a cultivarla y conservar su casa.
La cambiante relación de poder entre el hombre blanco y el hombre negro, el paralelismo que se establece en las relaciones basadas en la dominación de uno y otro, la desgracia casi necesaria para alcanzar la madurez, la violencia de los actos humanos, los códigos de conducta, el respeto a las decisiones no compartidas por parte del otro, la compasión que nos hace conocedores del amor (ese amor que se refleja de una forma gráfica en los gestos de ternura del hombre que habla y acaricia a los perros antes de ponerles la inyección letal para acabar con su sufrimiento)..., todos los conflictos en suma que padre e hija viven, no dejan de ser los conflictos de Sudáfrica, una tierra donde aún las gentes buscan su sitio con las heridas de la historia abiertas y supurando.
Aunque en mayor o menor medida, el libro nos conmovió a todas. Nos llamó la atención la sobriedad narrativa del autor, esa falta de profundización en los sentimientos compensada por la precisión de la palabra y del acto para situarnos en su justa y descarnada importancia. Nos asombramos ante la asunción de lo que supone "el ajuste de cuentas" entre las razas, ante el silencio que se establece, ante la tremenda valentía del escritor que, a pesar de ser uno de los autores que más ha condenado el apartheid, deja constancia de sus dudas sobre el verdadero resultado de todo aquel episodio histórico. Nos inquietó el proceso de maduración, de aprendizaje en esa desgracia que no viene sino a redimirnos de nosotros mismos. Nos cuestionamos nuestras más sólidas creencias acerca de lo que significa verdaderamente la dignidad, esa dignidad que pone en la balanza lo que uno es y lo que uno quiere, y cómo conseguirlo, y que nos da la clarividencia necesaria sobre los acontecimientos y las emociones para resurgir de las cenizas.
Una novela dura,inmensa, inquietante, que nos conduce a reflexiones existenciales a pesar nuestro, que nos enfrenta a las circunstancias socio políticas que nos envuelven y condicionan, y que nos deja los maravillosos versos de Byron mirándonos inquisidores desde la lejanía...
"Pudo en ocasiones renunciar a su bien por el bien ajeno,
pero no por compasión ni porque debiera,
sino porque alguna extraña perversión del pensamiento
lo llevó a seguir adelante con secreto orgullo
y hacer lo que poco o ninguno hubieran osado..."
martes, 3 de junio de 2014
VENTANAS ABIERTAS
El sol ha calentado las paredes durante toda la mañana y ha bañado de luz el pequeño jardín, los árboles frutales, la cuidada huerta y el pozo.
Los ruidos cotidianos, lentos y escasos, se han hecho agradables. Y hasta el sentarnos a la mesa ha resultado novedoso, distinto... La conversación ha sido sosegada, pausada, dejando huecos llenos de alegres silencios . La sobremesa no tuvo prisa.
Han quedado las ventanas abiertas para dejar pasar los olores de la hierba, el ladrar lejano de un perro, el ligero canto de los pájaros, el zumbido de una abeja, la invitación a la siesta, la libertad del espíritu.
domingo, 1 de junio de 2014
EL PUZZLE
Ayer encontré de forma casual un mensaje que una amiga me había enviado hacía tiempo. Eran apenas tres frases escritas con la sensibilidad que siempre la ha caracterizado y en las que se disculpaba por el poco contacto mantenido. Hacía poco se había muerto su suegra, una mujer de edad avanzada que llevaba mucho tiempo con alzheimer. Ella y su marido habían consagrado sus últimos años al cuidado de aquella mujer, y lo habían hecho sin una queja y sacando siempre a la palestra la anécdota que alegra el alma.
En la breve nota me daba las gracias por respetar su silencio y me decía que ahora le tocaba colocar las piezas de su puzzle, que ignoraba que se le había roto, y que esperaba que no le faltase ninguna pieza...
Cuando recibí aquel mensaje, hace años, recuerdo que me pareció entender perfectamente lo que me estaba diciendo. Sin embargo, fue ayer cuando logré sentir, al releerlo, lo que de verdad le estaba pasando.
Habían pasado, entre una y otra lectura, dos años...
Ha tenido que pasar el tiempo dejando huellas, han sido necesarias algunas despedidas, se han tenido que hacer presentes las ausencias, ha llegado esa edad en la vida en que empiezas a pensar que hay que apurarse para hacer cosas pendientes, prepararse para los adioses venideros, reencontrarse con lo que hemos ido tejiendo a lo largo de los años, reconstruir el puzzle...
Reconstruirlo con calma, sin el apremio del tiempo, sin la sombra de la tristeza mirando por encima del hombro los avances al encajar las piezas. Reconstruirlo saboreando el momento de la búsqueda, atentos a la observación de todas las caras de la realidad para saber cual de ellas colocar en el lugar oportuno, alegrándonos de la imagen que ya se entrevé.
Hay que terminar de colocar el puzzle, y luego tomarnos tiempo para compartir un café, una conversación, una vida.
jueves, 29 de mayo de 2014
MAFALDA 2014
Dicen de ella que es irónica, inconformista, inteligente, sensible, contestataria, y soñadora... Dicen que su mensaje no tiene edad, que sigue vigente... Dicen que a pesar de tener ya cincuenta años sigue intentando resolver el dilema de quienes son los buenos y quienes son los malos... Dicen que han otorgado el Premio Príncipe de Asturias a su creador por imprimirle un eterno carácter pedagógico... Dicen que leerla y mirarla es una constante invitación a la reflexión... Dicen que conjuga a la perfección la profundidad del mensaje con la simplicidad del dibujo que le da vida... Dicen que siempre nos cuestiona...
¿Dónde está nuestra respuesta?
lunes, 19 de mayo de 2014
LOS TIEMPOS ESTÁN CAMBIANDO (Bob Dylan)
Venid gente, reuníos,
dondequiera que estéis
y admitid que las aguas
han crecido a vuestro alrededor
y aceptad que pronto
estaréis calados hasta los huesos,
si creéis que estáis a tiempo
de salvaros
será mejor que comencéis a nadar
u os hundiréis como piedras
porque los tiempos están cambian...
Venid escritores y críticos
que profetizáis con vuestra pluma
y mantened los ojos bien abiertos,
la ocasión no se repetirá,
y no habléis demasiado pronto
pues la ruleta todavía está girando
y no ha nombrado quién
es el elegido
porque el perdedor ahora
será el ganador más tarde
porque los tiempos están cambiando.
Venid senadores, congresistas
por favor oíd la llamada
y no os quedéis en el umbral,
no bloqueéis la entrada,
porque resultará herido
el que se oponga,
fuera hay una batalla
furibunda
pronto golpeará vuestras ventanas
y crujirán vuestros muros
porque los tiempos están cambiando.
Venid padres y madres
alrededor de la tierra
y no critiquéis
lo que no podéis entender,
vuestros hijos e hijas
están fuera de vuestro control
vuestro viejo camino
está carcomido,
por favor, dejad paso al nuevo
si no podéis echar una mano
porque los tiempos están cambiando.
La línea está trazada
y marcado el destino
los lentos ahora,
serán rápidos más tarde
como lo ahora presente
más tarde será pasado
el orden
se desvanece rápidamente
y el ahora primero
más tarde será el último
porque los tiempos están cambiando.
domingo, 20 de abril de 2014
EL DESPERTAR DE LA SEÑORITA PRIM (Natalia Sanmartin Fenollera)
Supongo que se nota que somos mujeres de una cierta edad, esa edad en la que ya no te convence cualquier cosa y nos gusta sacar punta a lo que sobre nosotras se transmite. Supongo que esto pesó a la hora de comentar este libro en nuestra tertulia literaria. Y no es que la postura unánime haya sido una devastadora crítica negativa, mentiría si así lo hiciese constar, pero sí nos hizo escudriñar atentamente el mensaje de su contenido... y no siempre el resultado fue favorable. A algunas de nosotras les gustó esa especie de mundo idealizado, utópico, que quiere resultar entrañable y atractivo, y donde las relaciones humanas parecen tan trascendentes. Pero para otras (entre las que me incluyo) el libro es merecedor de ciertas observaciones...
Pese a que su lectura es fácil y ágil, no tiene una buena narrativa, carece de poética y de fuerza, sus personajes están poco creados, poco perfilados en sus matices, en sus emociones, en sus más íntimos pensamientos; la idea de autoayuda dista mucho de llegar a la altura de Coelho y se queda en una floja pretensión donde la filosofía de vida se mete en la trama a puñetazos sin conseguir dar demasiada profundidad al mensaje.
Pero ¿qué mensaje?
¿La huida a un pueblo que acoge a personas que huyen de cosas? ¿Un mundo light donde parece que nunca pasa nada malo? ¿La añoranza de la "buena educación" y de la religiosidad? ¿Dónde se quedan los logros conseguidos por las mujeres a base de lucha y sufrimiento? ¿Un cierto retroceso mental que parece indicarnos que una persona no está completa si está sola? ¿Ciertos dejes de sociedad machista? ¿Qué se entiende por adaptación al otro?
Sin embargo, no todo ha sido negativo... La constante alusión a la importancia de la formación, de la cultura, el rescate de los clásicos como fuente de sabiduría, el sentido de pertenencia contrapuesto a la soledad social individualizada, el cuestionamiento sobre la educación y conocimientos que transmitimos a nuestros niños, el aprender a cerrar puertas para abrir otras, el tomarse tiempo para el propio conocimiento,... son pequeñas perlas que se desprenden y que también quisimos valorar en su justa medida.
Al final de nuestra tarde de intercambio de pareceres y charlas íntimas donde íbamos dejando pequeños retazos de nuestras propias vivencias, el libro pasó a otro plano dejando el camino abierto a nuestras inquietudes de mujeres que saben bien que por muchas posibilidades que tengamos de escoger no siempre vamos a acertar, y que es maravilloso y liberador saber que no hay que ser perfectos. Ni muchísimo menos.
LARGA VIDA A GARCÍA MÁRQUEZ
"Quise dejar constancia poética del mundo de mi infancia, que transcurrió en un casa grande, muy triste, con una hermana que comía tierra y una abuela que adivinaba el porvenir, y numerosos parientes de nombres iguales que nunca hicieron mucha distinción entre la felicidad y la demencia".
"Se dejó llevar por la convicción de que los seres humanos no nacen para siempre el día que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga otra vez y muchas veces a parirse a si mismos"
"Otra cosa bien distinta habría sido la vida para ambos, de haber sabido a tiempo que era más difícil sortear las grandes catástrofes matrimoniales que las miserias minúsculas de cada día. Pero si algo habían aprendido juntos era que la sabiduría nos llega cuando no sirve para nada"
"De no ser lo que era en esencia, un cristiano a la antigua, tal vez hubiera estado de acuerdo...en que la vejez era un estado indecente que debía impedirse a tiempo"
"Era todavía demasiado joven para saber que la memoria del corazón eliminina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y que gracias a ese artificio logramos sobrellevar el pasado"
"Los idiomas hay que saberlos cuando uno va a vender algo. Pero cuando uno va a comprar, todo el mundo le entiende como sea"
"... y sólo entonces había comprendido que un hombre sabe cuando empieza a envejecer porque empieza a parecerse a su padre"
"...terminaría por saber que el mundo estaba lleno de viudas felices. Las había visto enloquecer de dolor ante el cadáver del esposo, suplicando que las enterraran vivas... pero a medida que se iban reconciliando con la realidad de su nuevo estado se las veía surgir de las cenizas con una vitalidad reverdecida..."
"Que se vayan a la mierda. Si alguna ventaja tenemos las viudas, es que no nos queda nadie que nos mande"
"En la soledad del palacio aprendió a conocerlo, se conocieron y descubrió con alborozo que los hijos no se quieren por ser hijos sino por la amistad de la crianza."
“Aprovecha ahora que eres joven para sufrir todo lo que puedas, que estas cosas no duran toda la vida”
"Es la vida, más que la muerte, la que no tiene limites"
(GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ)
Pese a que su novela "Cien años de soñedad" fue su obra más conocida y aclamada, él siempre se refirió a "El amor en los tiempos del cólera" como su obra preferida por ser la que más habla de la condición del ser humano, de nosotros como personas...:
"Se dejó llevar por la convicción de que los seres humanos no nacen para siempre el día que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga otra vez y muchas veces a parirse a si mismos"
"Otra cosa bien distinta habría sido la vida para ambos, de haber sabido a tiempo que era más difícil sortear las grandes catástrofes matrimoniales que las miserias minúsculas de cada día. Pero si algo habían aprendido juntos era que la sabiduría nos llega cuando no sirve para nada"
"De no ser lo que era en esencia, un cristiano a la antigua, tal vez hubiera estado de acuerdo...en que la vejez era un estado indecente que debía impedirse a tiempo"
"Era todavía demasiado joven para saber que la memoria del corazón eliminina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y que gracias a ese artificio logramos sobrellevar el pasado"
"Los idiomas hay que saberlos cuando uno va a vender algo. Pero cuando uno va a comprar, todo el mundo le entiende como sea"
"... y sólo entonces había comprendido que un hombre sabe cuando empieza a envejecer porque empieza a parecerse a su padre"
"...terminaría por saber que el mundo estaba lleno de viudas felices. Las había visto enloquecer de dolor ante el cadáver del esposo, suplicando que las enterraran vivas... pero a medida que se iban reconciliando con la realidad de su nuevo estado se las veía surgir de las cenizas con una vitalidad reverdecida..."
"Que se vayan a la mierda. Si alguna ventaja tenemos las viudas, es que no nos queda nadie que nos mande"
"En la soledad del palacio aprendió a conocerlo, se conocieron y descubrió con alborozo que los hijos no se quieren por ser hijos sino por la amistad de la crianza."
“Aprovecha ahora que eres joven para sufrir todo lo que puedas, que estas cosas no duran toda la vida”
"Es la vida, más que la muerte, la que no tiene limites"
domingo, 13 de abril de 2014
TAN-TÁN
Nunca pensé que le fuera a dar por ahí, que su faceta creativa, tan arquitectónicamente sustentada, se saliese de la ruta que tiene marcada para crear un espacio donde la imaginación, la tradición, la artesanía etnica y el trabajo de sus manos, se aplican en un apartado para nuevos diseños en la estetica de collares.
La base de sus creaciones la componen, como a ella misma le gusta indicar, piezas antiguas restauradas procedentes de la orfebrería afgana. Y para mí ha sido un descubrimiento. La historia reciente de este país asiático, que ha constituido un cruce de caminos a lo largo de la historia para la India, Irán y Asia Central con todo lo que ello supone a nivel de repercusión cultural, nos ha hecho olvidar que por debajo de la guerra y del fundamentalismo religioso subyace, en palabras de Christian Bulleux, "un país donde los cascos de los caballos golpean el suelo de la tierra y donde los hombres y las mujeres que hoy sufren nos envían una oración en silencio para que podamos entender y comprender la complejidad extrema de su cultura".
Estas piezas de metal antiguo nos hablan de la supervivencia de una civilización milenaria que también aporta su cuota de sabiduría para la paz y la fraternidad sobre la tierra. Piezas que hoy siguen saliendo de los yacimientos de barita, cromo, hierro, cobre, plomo, piedras preciosas y semipreciosas, azufre... y de las manos de los artesanos que las elaboran con métodos primitivos. Y son las poblaciones nómadas o seminómadas las que suelen llevar ese patrimonio cultural transformado en joyas muy complejas, ricas en colgantes y cadenillas, de dibujos geométricos, y apliques de piedras rojas, el color preferido por los nómadas por ser el símbolo directamente ligado a la sangre, a la fuerza vital...
Con la creación de Tan-tán, ha querido rescatar también el símbolo más antiguo: el collar. Ese círculo cerrado que siempre ha mantenido estrechas relaciones con la magia y con el poder. Ningún sacerdote o rey o poderoso hubo en la antiguedad que no lo llevara alrededor de su cuello, y aún hoy es uno de los motivos externos utilizado para aludir a la preeminencia social o política o religiosa.
Ella, con la habilidad para combinar las antiguas piezas de los orfebres, todas distintas y únicas, y las cuerdas y cordones de caucho y algodón, y jugando con los tamaños, los largos, los colores, las texturas, consigue acercarnos a una nueva concepción del diseño del adorno femenino... ancestral, mágico, distinguido, innovador.
Se llama Betsaida. La arquitectura es su proyecto de vida. La creatividad su estado natural. Sabe apreciar la belleza en la estética de las formas más sorprendentes...
Y cuando lea esto, sonreirá y me dirá: "te pierde la pasión de madre"...
(Contacto: tantancollares@gmail.com)
La base de sus creaciones la componen, como a ella misma le gusta indicar, piezas antiguas restauradas procedentes de la orfebrería afgana. Y para mí ha sido un descubrimiento. La historia reciente de este país asiático, que ha constituido un cruce de caminos a lo largo de la historia para la India, Irán y Asia Central con todo lo que ello supone a nivel de repercusión cultural, nos ha hecho olvidar que por debajo de la guerra y del fundamentalismo religioso subyace, en palabras de Christian Bulleux, "un país donde los cascos de los caballos golpean el suelo de la tierra y donde los hombres y las mujeres que hoy sufren nos envían una oración en silencio para que podamos entender y comprender la complejidad extrema de su cultura".
Estas piezas de metal antiguo nos hablan de la supervivencia de una civilización milenaria que también aporta su cuota de sabiduría para la paz y la fraternidad sobre la tierra. Piezas que hoy siguen saliendo de los yacimientos de barita, cromo, hierro, cobre, plomo, piedras preciosas y semipreciosas, azufre... y de las manos de los artesanos que las elaboran con métodos primitivos. Y son las poblaciones nómadas o seminómadas las que suelen llevar ese patrimonio cultural transformado en joyas muy complejas, ricas en colgantes y cadenillas, de dibujos geométricos, y apliques de piedras rojas, el color preferido por los nómadas por ser el símbolo directamente ligado a la sangre, a la fuerza vital...
Con la creación de Tan-tán, ha querido rescatar también el símbolo más antiguo: el collar. Ese círculo cerrado que siempre ha mantenido estrechas relaciones con la magia y con el poder. Ningún sacerdote o rey o poderoso hubo en la antiguedad que no lo llevara alrededor de su cuello, y aún hoy es uno de los motivos externos utilizado para aludir a la preeminencia social o política o religiosa.
Ella, con la habilidad para combinar las antiguas piezas de los orfebres, todas distintas y únicas, y las cuerdas y cordones de caucho y algodón, y jugando con los tamaños, los largos, los colores, las texturas, consigue acercarnos a una nueva concepción del diseño del adorno femenino... ancestral, mágico, distinguido, innovador.
Se llama Betsaida. La arquitectura es su proyecto de vida. La creatividad su estado natural. Sabe apreciar la belleza en la estética de las formas más sorprendentes...
Y cuando lea esto, sonreirá y me dirá: "te pierde la pasión de madre"...
(Contacto: tantancollares@gmail.com)
martes, 1 de abril de 2014
LA VIDA SENCILLA
Llamar al pan y que aparezca
sobre el mantel el pan de cada día;
darle al sudor lo suyo y darle al sueño
y al breve paraíso y al infierno
y al cuerpo y al minuto lo que piden;
reír como el mar ríe, el viento ríe,
sin que la risa suene a vidrios rotos;
beber y en la embriaguez asir la vida,
bailar el baile sin perder el paso,
tocar la mano de un desconocido
en un día de piedra y agonía
y que esa mano tenga la firmeza
que no tuvo la mano del amigo;
probar la soledad sin que el vinagre
haga torcer mi boca, ni repita
mis muecas el espejo, ni el silencio
se erice con los dientes que rechinan:
estas cuatro paredes ¿papel, yeso,
alfombra rala y foco amarillento?
no son aún el prometido infierno;
que no me duela más aquel deseo,
helado por el miedo, llaga fría,
quemadura de labios no besados:
el agua clara nunca se detiene
y hay frutas que se caen de maduras;
saber partir el pan y repartirlo,
el pan de una verdad común a todos,
verdad de pan que a todos nos sustenta,
por cuya levadura soy un hombre,
un semejante entre mis semejantes;
pelear por la vida de los vivos,
dar la vida a los vivos, a la vida,
y enterrar a los muertos y olvidarlos
como la tierra los olvida: en frutos...
Y que a la hora de mi muerte logre
morir como los hombres y me alcance
el perdón y la vida perdurable
del polvo, de los frutos y del polvo.
darle al sudor lo suyo y darle al sueño
y al breve paraíso y al infierno
y al cuerpo y al minuto lo que piden;
reír como el mar ríe, el viento ríe,
sin que la risa suene a vidrios rotos;
beber y en la embriaguez asir la vida,
bailar el baile sin perder el paso,
tocar la mano de un desconocido
en un día de piedra y agonía
y que esa mano tenga la firmeza
que no tuvo la mano del amigo;
probar la soledad sin que el vinagre
haga torcer mi boca, ni repita
mis muecas el espejo, ni el silencio
se erice con los dientes que rechinan:
estas cuatro paredes ¿papel, yeso,
alfombra rala y foco amarillento?
no son aún el prometido infierno;
que no me duela más aquel deseo,
helado por el miedo, llaga fría,
quemadura de labios no besados:
el agua clara nunca se detiene
y hay frutas que se caen de maduras;
saber partir el pan y repartirlo,
el pan de una verdad común a todos,
verdad de pan que a todos nos sustenta,
por cuya levadura soy un hombre,
un semejante entre mis semejantes;
pelear por la vida de los vivos,
dar la vida a los vivos, a la vida,
y enterrar a los muertos y olvidarlos
como la tierra los olvida: en frutos...
Y que a la hora de mi muerte logre
morir como los hombres y me alcance
el perdón y la vida perdurable
del polvo, de los frutos y del polvo.
OCTAVIO PAZ
viernes, 21 de marzo de 2014
EL TIEMPO EN PRAGA
Voy a paso rápido para verlo todo, para no perderme la belleza que esconde el tiempo en Praga. La vida discurre lenta, quizá demasiado lenta para mi prisa. Voy con los ojos ávidos de desconocidos rostros de gente que se parece a la gente conocida, de nuevas piedras en viejas calles, de nuevas calles en ciudades viejas. Y miro, curiosa, un edificio aquí, una iglesia acá, un museo ahí, un palacio allá... Escucho a la vez varias conversaciones en idiomas diferentes sin entender nada más que la importancia que pueda tener lo que dicen apreciando la intensidad y la emoción de los que hablan... y casi comprendo.
Voy soñando la historia con la vista abierta, imaginando retazos del pasado, llenando la mirada de cosas contempladas por miles de ojos antes que los míos, poniendo los pies sobre adoquines centenarios, escuchando rumores de rancias refriegas y voces de mando, olfateando en el aire el leve resquicio de la vida diaria repleta de rutina antigua.
Voy a paso rápido para verlo todo sin perderme a mí misma. Voy pensando que mañana recordaré todo como si fuera un sueño y que mi hija será la encargada de dar fe de que no lo fue, que ella también estuvo allí, caminando a paso rápido conmigo, compartiendo observaciones, visitas, comidas y risas.
Y sin embargo... Praga se queda prendida en las nieblas del sueño de mi memoria con esa luz tenue que la viste de irrealidad. La miro con pena de irme, y siento su voz ligera como la música... "Respira"- me dice- "Respira. Siente. Vive. Sueña. Entiende. Escucha. Respira..."
Voy soñando la historia con la vista abierta, imaginando retazos del pasado, llenando la mirada de cosas contempladas por miles de ojos antes que los míos, poniendo los pies sobre adoquines centenarios, escuchando rumores de rancias refriegas y voces de mando, olfateando en el aire el leve resquicio de la vida diaria repleta de rutina antigua.
Voy a paso rápido para verlo todo sin perderme a mí misma. Voy pensando que mañana recordaré todo como si fuera un sueño y que mi hija será la encargada de dar fe de que no lo fue, que ella también estuvo allí, caminando a paso rápido conmigo, compartiendo observaciones, visitas, comidas y risas.
Y sin embargo... Praga se queda prendida en las nieblas del sueño de mi memoria con esa luz tenue que la viste de irrealidad. La miro con pena de irme, y siento su voz ligera como la música... "Respira"- me dice- "Respira. Siente. Vive. Sueña. Entiende. Escucha. Respira..."
domingo, 23 de febrero de 2014
LA NOVELA DE AJEDREZ (Stefan Zweig)
Con esta especie de "cansancio" comencé a leer "La novela de ajedrez". Y me sorprendió. Sin embargo... me sorprendió.
A su autor, Stefan Zweig, nacido en Viena dentro del seno de una familia judía acomodada, todo lo que significó el nazismo, la tremenda brutalidad de la Alemania de la Segunda Guerra Mundial, le dejó sin patria. Era un gran erudito y aficionado a coleccionar obras originales (como las partituras de Beethoven), y amigo de todos los intelectuales de la época. Sus ideas eran contrarias a todos los nacionalismos, lo que le constituyó en un gran europeista. Nunca había sido particularmente religioso, si bien siempre hizo alarde de una mentalidad pacifista, pero se vio obligado a alejarse de su hogar cuando la ocupación nazi empezó a hacer estragos entre la población judía de su país. Se fue a vivir a Gran Bretaña, luego a Estados Unidos, y finalmente a Brasil, donde se suicidó sumido en la desesperación ante el fracaso de la cultura europea y el temor a que Hitler ganase la guerra.
La denuncia de toda aquella brutalidad la hizo en "La novela de ajedrez".
El libro nos narra el viaje en barco desde Nueva York a Buenos Aires de un campeón de ajedrez, Mirko Czentovic, hijo de un barquero eslavo a quien recoge el cura del pueblo cuando su padre fallece y que parece carecer de toda habilidad e inteligencia hasta que se le descubre un enorme talento para jugar al ajedrez. A partir de ahí Mirko se dedicará en cuerpo y alma a este juego convirtiéndose en el Campeón Mundial, dando con él sentido a su vida y sabiéndose incapaz de desarrollar cualquier otro tipo de actividad intelectual. Su historia parece que será la protagonista de la pequeña novela hasta que aparece el Señor B, un gran jugador desconocido que nos va contando su historia, la que será la realmente relevante, la que constituye la razón de ser de toda la trama: un pasado como prisionero de la Gestapo y víctima de la tortura más sutíl, aquella que atenta a la estabilidad y equilibrio psicológico del hombre a través de una estancia en una habitación de hotel sin nada al alcance de los ojos y las manos , sin objetos con que entretenerse, con el silencio más absoluto y sometido a inacabables interrogatorios. El Señor B inventará y articulará toda una serie de mecanismos para dar sentido a su existencia, y la descripción de todos esos pensamientos, de esos mecanismos a los que va recurriendo, de su encuentro con la novela que le va a enseñar a jugar al ajedrez, de la evolución de sus procesos mentales, hacen que la obra adquiera una calidad extraordinaria. La confrontación entre los dos hombres en una partida a bordo del barco que les lleva a Buenos Aires es el culmen de este desarrollo. Dos hombres bien contrarios. Ambos con unas particulares características intelectuales que les hacen "distintos", cuyas personalidades casi patológicas parecen rayar en el asperger en el caso de Mirko y en el enfermo mental obsesivo en el caso del Señor B.
La lectura atrapa aunque desconozcas el juego porque lo trasciende. No se trata solo de jugar una partida, se trata de ganarla para sobrevivir. Nos deja ver la tremenda huella que deja la tortura mental, más persistente que la física, y con más posibilidad de que surja en el momento más insospechado, de que nos deje su marca grabada y nos incapacite.
Fue la última novela de Stefan Zweig. También él, superviviente de aquel momento histórico y dañado en lo más hondo de su existencia, tuvo su particular partida de ajedrez contra sus propios valores y temores. Y acabó perdiéndola.
domingo, 26 de enero de 2014
TODO CAMBIA
Cambia lo superficial,
cambia también lo profundo,
cambia el modo de pensar,
cambia todo en este mundo.
Cambia el clima con los años,
cambia el pastor su rebaño,
y así como todo cambia
que yo cambie no es extraño.
Cambia el mas fino brillante
de mano en mano su brillo,
cambia el nido el pajarillo,
cambia el sentir un amante.
Cambia el rumbo el caminante
aunque esto le cause daño,
y así como todo cambia
que yo cambie no extraño.
Cambia el sol en su carrera
cuando la noche subsiste,
cambia la planta y se viste
de verde en la primavera.
Cambia el pelaje la fiera,
cambia el cabello el anciano,
y así como todo cambia
que yo cambie no es extraño.
Pero no cambia mi amor
por mas lejos que me encuentre,
ni el recuerdo ni el dolor
de mi pueblo y de mi gente.
Lo que cambió ayer
tendrá que cambiar mañana
así como cambio yo
en esta tierra lejana.
Cambia todo cambia...
(Mercedes Sosa)
cambia también lo profundo,
cambia el modo de pensar,
Cambia el clima con los años,
cambia el pastor su rebaño,
y así como todo cambia
que yo cambie no es extraño.
Cambia el mas fino brillante
cambia el nido el pajarillo,
aunque esto le cause daño,
y así como todo cambia
que yo cambie no extraño.
Cambia el sol en su carrera
cuando la noche subsiste,
cambia la planta y se viste
de verde en la primavera.
Cambia el pelaje la fiera,
cambia el cabello el anciano,
y así como todo cambia
que yo cambie no es extraño.
Pero no cambia mi amor
por mas lejos que me encuentre,
ni el recuerdo ni el dolor
Lo que cambió ayer
tendrá que cambiar mañana
en esta tierra lejana.
Cambia todo cambia...
(Mercedes Sosa)
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